El fotógrafo Fred Von Winckelmann logró capturar imágenes de una serpiente Pitón, de dos metros, comiéndose a un antílope en la Reserva Natural de Moremi, Botsuana.
Winckelmann mencionó que llegó al lugar justo cuando “la serpiente estaba empezando a dislocar su mandíbula alrededor de la cintura del antílope, y en 45 minutos se tragó los últimos restos”
También acotó que el animal en ningún momento se incomodó por la presencia de las personas, pues estaba tragando tranquilamente su comida.
Las pitones son capaces de tragar presas grandes por la dislocación de su mandíbula amañados con los tendones, músculos y ligamentos que se pueden estirar a medidas extraordinarias.
DailyMail