El director general de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), Pedro Maldonado, descartó este martes que la revisión de la programación de las televisoras del país implique posteriormente el cierre de algún medio.
Durante su participación en el programa Vladimir a la 1, transmitido por Globovisión, explicó que tras la reunión que sostuvieron los directivos de los canales públicos y privados este lunes con el Ejecutivo Nacional se exigió que ajusten sus contenidos para cumplir a cabalidad con la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos.
«En este momento se está violando lo que está establecido. Aquí no se trata de cerrar ningún medio de comunicación o establecer sanciones. Hemos logrado una conversación franca con los dueños de los canales privados y los directivos de los públicos que nos permita sincerar el cumplimiento de la ley», precisó.
Con respecto a las empresas de televisión por suscripción, Maldonado también dijo que no está planteado que algún canal internacional salga del aire, pero estos deben establecer mecanismos de control de bloqueo de canales para evitar que niños y jóvenes vean programas no aptos para su edad.
Para ello, explicó que los padres y representantes son los únicos supervisores que pueden velar porque estas medidas se cumplan.
Asimismo, Maldonado destacó que tras las revisiones a la programación de las televisoras se constató que la obligatoria franja de horario infantil no se cumple en la mayoría de los canales.
«Se ha vuelto a diluir este tipo de programación y tenemos 40% de la población que tiene acceso a la televisión en señal abierta y no a la de cable y en consecuencia los niños de ese 40% de hogares no tienen acceso a la franja infantil, a una programación cargada de valores», agregó Maldonado.
También indicó que otro elemento que deberán corregir obligatoriamente los directivos de los canales es el porcentaje de telenovelas que se transmitan diariamente.
En ese sentido, recordó que la Ley de Responsabilidad Social en Radio establece cuatro horas de este tipo de producciones; dos en horario todo público y otras dos en el supervisado.
A su vez, resaltó que de ese porcentaje la mitad debe ser producción nacional para garantizar el derecho al trabajo de las personas que hacen vida en los medios audiovisuales.