El colapso de las aguas servidas y los deslizamientos de tierra, ponen en riesgo la tranquilidad y el bienestar de varias familias en esta comunidad ubicada al oeste de la ciudad de Guarenas
Un largo rosario de dificultades mantiene en jaque a los vecinos del sector La Coromoto del barrio Las Clavellinas. Desde hace años aguardan por la visita de alguna autoridad que constante el mal estado en que se encuentran las desgastadas tuberías y algunas viviendas que han cedido ante los deslizamientos de tierra.
En el marco de los trabajos que se vienen realizando en las comunidades de las ciudades de Guarenas y Guatire, en el estado Miranda, el equipo de este diario se trasladó hasta la populosa zona para obtener la información directa de los protagonistas de la historia, a quienes le sobran las ganas de trabajar por la restauración del lugar en donde han levantado sus familias.
Cloacas por doquier
Para obtener detalles precisos, se hizo contacto con los integrantes del Consejo Comunal del sector La Coromoto, el cual fue elegido de forma reciente. Ellos mismos contaron sobre el colapso de las tuberías de aguas servidas, las cuales tienen más de 45 años, el mismo tiempo que tiene de fundado el barrio.
Yuraima Loreto, miembro de la comisión de finanzas, refirió sobre el hecho de que muchos de los que se mantienen allí han crecido y han formado a sus propios hijos sin emigrar a otros lugares o urbanismos, lo que obviamente provocó que las tuberías no se den abasto ante el crecimiento poblacional.
Explicó que las aguas putrefactas salen a flote en varios puntos de La Coromoto. Muchas tanquillas no tienen tapa, así que la contaminación está a la orden del día.
«Ya nosotros hemos reportado estas fallas ante las dependencias municipales de rigor, a saber Servicios Públicos del Municipio Plaza e Ingeniería Municipal, pero no han venido. Nosotros por autogestión hemos hecho de tripas corazones; hasta a un vecino le tocó realizar una suerte de embaulamiento, debido a que los excrementos llegaron a pasar en frente de nuestras casas», expresó.
Calles deterioradas
Por si esto no fuese suficiente, se adiciona el hecho de que muchas tuberías de sectores aledaños como El 21 descienden hasta allí, haciendo que el estado de las calles no sea nada bueno.
Manuel Quispe, quien forma parte de la comisión de economía popular, en este aspecto destacó que la calle principal de La Coromoto no recibe «una caricia» desde hace varios años. El que corra agua casi que de forma permanente por ella no contribuye en nada a que el problema no sea tan serio. Por el contrario, los huecos han crecido, haciendo esto que sea muy difícil conducir por la zona.
«La calle se está hundiendo literalmente. Aquí el peligro es silencioso, es decir, parece que no estuviese ocurriendo nada pero las casas se filtran. En cualquier momento la humedad puede hacerlas ceder», agregó.
El declarante denunció los deslizamientos de tierra que se han dado entre algunas viviendas, poniendo en peligro la vida de familias enteras en donde hay varios niños. Inclusive condujo a nuestro equipo hacia una escalera en donde los desniveles causados por los deslizamientos son significativos. Bajar por allí supone un total riesgo.
Una comunidad desasistida
Los propios vecinos definen a La Coromoto como una «comunidad desasistida» en líneas generales, y esto porque se quedó en el olvido. Así lo consideran al evocar que desde hace muchos años ninguna autoridad hace acto de presencia en el sitio, ni tampoco se pronuncia con respecto a sus habitantes.
-Por eso es que las necesidades están a la orden del día -dijo Vicente Palma-. El descuido es latente. El servicio de transporte es deficiente, pues no nos suben directo. O es por moto taxis, taxis o por carros particulares que podemos salir y entrar de la comunidad. Queremos que Rodolfo Sanz o los integrantes de su tren ejecutivo se den una vuelta por la comunidad.
Palma, miembro de la comisión de deportes, añadió que tienen en mente la construcción de una casa comunal. La parte de arriba según aseveró estará destinada al desarrollo de actividades de recreativas dirigidas a los niños, niñas y adolescentes.
Tres meses sin gas
Los vecinos aprovecharon la presencia de La Voz en La Coromoto para denunciar la falta de gas que vienen sufriendo desde hace tres meses. Los encargados de surtirlos de este servicio son los camiones dispuestos por Pdvsa Gas Comunal. Supuestamente tienen tiempo prometiéndoles que irán, pero siempre los dejan embarcados de acuerdo a lo que expresaron.
«El camión no pasa por aquí. Uno tiene que ver qué hace para poder comprar gas. La bombona que vale 7 bolívares la venden a 20, y uno se ve en la obligación de cancelar eso porque sino cómo cocinamos. Estamos molestos, pues sentimos que se burlan de nosotros. Mañana mismo (refiriéndose a hoy) haremos una petición formal en Pdvsa Gas Comunal, a ver qué pasa», manifestó Manuel Quispe.
Yohadi Arteaga
yohaarteaga@gmail.com