La estatua del Cristo Redentor que domina Rio de Janeiro con sus brazos abiertos, la mayor atracción turística de Brasil, comenzó a ser reparada esta semana días después de ser dañada por un rayo.
«El martes empezaron las inspecciones, para revisar lo que hay que hacer. La reparación empezará la próxima semana», señaló este miércoles a la AFP el sacerdote Omar Raposo, rector del santuario del Cristo Redentor.
Según el ingeniero responsable de los trabajos, Clezio Dutra, también está previsto que se instalen nuevos pararrayos para proteger mejor esta estatua de 38 metros y una de las siete maravillas del mundo moderno.
El jueves pasado, en medio de una fuerte tormenta, la parte alta de la cabeza del Cristo fue dañada levemente por un rayo así como el pulgar y el dedo medio de la mano derecha.
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, en portugués), más de 40.000 relámpagos iluminaron el cielo de Rio el jueves pasado durante una tormenta que duró tres horas y provocó la caída de decenas de árboles.
«Veinte obreros especializados en escalada van a instalar los pararrayos para proteger la cabeza y los dedos. También van a restaurar el monumento cubierto de pequeños cuadrados de mosaicos», declaró Dutra a la cadena de televisión Globo.
Según él, los trabajos no impedirán las visitas turísticas porque «tendrán lugar antes y después de los horarios de visita».
Las obras para reparar la estatua – en lo alto del cerro Corcovado a 710 metros de altura de las playas de Rio – tienen un costo de 1,9 millones de reales (unos 830.000 dólares), financiados por el arzobispado de Rio e iniciativa privada.
Construida entre 1926 y 1931, la estatua del Cristo ha sido sometida a una serie de trabajos en 1980 por la visita del papa Juan Pablo II y de nuevo en 1990. Otras obras importantes son de 2003 con la instalación de una escalera mecánica y un ascensor con vista panorámica.
Los últimos trabajos de restauración que necesitaron la instalación de andamios alrededor de la estatua son de 2010.