Andreína Tarazón, designada para liderar la nueva Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, aseguró que el diálogo es la mejor vía para la planificación económica; subrayó que tras la autocrítica, el gobierno actuó sobre los vicios institucionales; sin embargo, los actores económicos que han defraudado a la República permanecen callados.
«El presidente Hugo Chávez y, más recientemente, Nicolás Maduro, aceptaron los errores. Aseguraron que la falta de controles y la burocracia institucional afectaron el desarrollo económico. Sin embargo, no hemos escuchado la autocrítica proveniente de los actores económicos que han defraudado a la República», dijo este jueves en entrevista concedida a Unión Radio.
Explicó que no podemos caer en el chantaje y la hipocresía de algunos sectores económicos que se quejan por la falta de control del Estado sobre los receptores de divisas, cuando los dólares fueron transferidos «de buena fe» y fuimos defraudados (el Estado y los ciudadanos) por algunos delincuentes.
«Ahora que hicimos las reestructuraciones necesarias para un control mayor y más efectivo, siguen inconformes. Existe un maniqueísmo increíble en algunos», señaló.
No es un dato menor que en la mayoría de países existe algún tipo de impuesto a las ganancias excesivas. En ningún país del mundo un actor económico puede cometer las atrocidades que algunos insisten en mantener, comentó. «¿Estamos dispuestos a soportar la especulación y el abuso de los sectores económicos? No se justifica que alguien que importa a 6, 30 bolívares por dólar, venda a sobreprecio», reflexionó.
Tarazón invitó, a todas y todos los venezolanos, a hacer un análisis consciente de la situación del país y superar definitivamente la idea de riquezas fáciles, rápidas y sin esfuerzo. «Raspar el cupo» o defraudar mediante empresas de maletín son hechos ilícitos muy graves.
«Algunos se han hecho multimillonarios gracias a la acción ilícita en el campo financiero y especulación. Pareciera que parte de la sociedad no les da el mismo peso que al hurto o al robo», dijo.
Reconoció que el diálogo es fundamental sobre todo por las deformaciones de nuestra, heredada, economía rentista. Hoy día mucho más visible con el uso irregular de las divisas y ilícitos que se han detectado en los últimos meses. «El diálogo es la mejor vía para la planificación. Escuchamos las preocupaciones y propuestas de todos los sectores involucrados en la producción y la economía. Sin menoscabo de la actuación del Estado en tal materia».
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