El cantante canadiense Justin Bieber fue arrestado este jueves en Miami Beach tras correr una carrera callejera y supuestamente conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, informó la portavoz de la policía a la AFP.
«Bieber fue arrestado cuando participaba de una carrera ilegal de automóvil en una zona residencial de Miami Beach», dijo la portavoz de la policía del Departamento de Policía de Miami Beach, Vivian Hernandez.
La policía agregó que el joven de 19 años se encuentra detenido la mañana del jueves en la comisaría del balneario de Miami bajo los cargos de participar en carrera ilegal automovilística y conducir bajo los efectos de las drogas o alcohol (DUI, como se conoce por sus siglas en inglés).
El joven cantante Bieber estaba conduciendo un Lamborghini alquilado en la ciudad y «estaba acompañado de una jovencita cuyo nombre no podemos divulgar», dijo Hernández, quien aclaró que «no se trata de la artista Selena Gómez».
El otro implicado en la carrera, y que permanece arrestado junto a Bieber, es el joven rapero Khalil Amir Sharieff, oriundo de California.
«Por ahora no sabemos hasta cuándo permanecerá detenido ni tampoco en cuánto será fijada su fianza», puntualizó Hernández a la AFP.
Se trata de un nuevo incidente con la ley de la joven estrella que ha vendido más de 12 millones de discos tras su debut en 2009.
La semana pasada Bieber fue objeto de una redada por un reciente acto de vandalismo con huevos, en la que la policía encontró drogas en su casa en Los Ángeles y arrestaron a un amigo del cantante.
El cantante canadiense habría causado daños de 20.000 dólares al arremeter con huevos contra la casa de su vecino.
Durante el último año, Bieber ha tenido comportamientos poco celebrados: afirmó que le habría gustado tener a Anna Frank entre sus fans, ha conducido su Ferrari a exceso de velocidad en barrios residenciales, orinó en un balde de limpieza de un restaurante y escupió a sus fans en Toronto, Canadá, desde el balcón de su habitación de hotel.
Además, su reciente gira sudamericana dejó una ristra de escándalos en Brasil, Argentina, Colombia y México, sobre todo vinculados a su afición a grafitear los hoteles donde se aloja.