«Vamos a un nuevo sistema cambiario, estamos construyendo un sistema de bandas», dijo este miércoles en rueda de prensa el vicepresidente del área económica, Rafael Ramírez, quien rechazó que se trate de una devaluación.
Ramírez precisó que sectores como turismo e importaciones no prioritarias pasarán al mercado de subastas donde el dólar hoy ronda los 11,30 bolívares, mientras que alimentos y salud quedarán en el mercado con el dólar preferencial a 6,30.
«El Sicad (nombre del sistema de subastas) se convierte en la banda superior de un nuevo sistema cambiario» precisó Ramirez, e informó que se ofertarán 220 millones de dólares semanales (más del doble que lo actual) y sin limitación por sectores productivos.
«Esto anunciado jamás es un sistema de bandas. Esto es régimen de cambios múltiples.(…) Cambio dual implica una devaluación encubierta», escribió en su cuenta Twitter el ex presidente del Banco Central, José Guerra.
La política cambiaria anunciada «representa una devaluación implícita», coincidió el analista político Luis Vicente León, quien agrega que lo «más importante» es que el gobierno «presupuesta todos los compromisos de deuda externa, desechando la tesis del default», riesgo que venían enarbolando algunos sectores.
En un primer cálculo, expertos económicos estimaron que este sistema implicaría una devaluación indirecta cercana a 12 o 13%, ya que al mercado del Sicad (que cotiza 90% por arriba del oficial) se transfieren un 15% de las operaciones.
Pero para los viajeros, los boletos aéreos y las remesas a la migración a 11,30 bolívares por dólar representa un incremento cercano al 90%.
«Yo no voy a caer en el debate de si aquí hubo una devaluación. No vamos a ceder al chantaje del enemigo de nuestra patria. Mantenemos la tasa preferencial para el 80% de los productos, insumos y servicios (…). Esto no es una devaluación, es un sistema cambiario distinto», dijo Ramírez.
En un país con 56% de inflación, mercado de cambios controlado desde 2003, dólar paralelo diez veces más caro, pérdidas de miles de millones de dólares en reservas y déficit fiscal del 15% del Producto Interno Bruto, los economistas advertían hace meses sobre la necesidad de una devaluación, en especial por motivos fiscales.
Pero desde que fue electo presidente en abril pasado tras el fallecimiento del presidente Hugo Chávez, Nicolás Maduro siempre rechazó la posibilidad de una devaluación y dijo que garantizaría el tipo de cambio de 6,30 para las importaciones prioritarias.
«Las medidas de ajuste en el tipo de cambio (devaluación) alivian, pero dentro de poco tiempo las presiones serán iguales a las actuales», escribió en su cuenta Twitter el director de la firma Econométrica, Henkel García.
«Otra conclusión más que clara, 6,3 era una tasa insostenible. Y les adelanto, 11,36 también», dijo en otro mensaje.
Un sistema estabilizador
Por el contrario, Ramírez opina que «este sistema de bandas va a ser un gran estabilizador» en una economía sometida a fuertes presiones sobre el dólar, que en los últimos 8 meses multiplicó por al menos cinco veces su valor en el mercado paralelo, mientras seguía fijo en el oficial.
Con el acceso a divisas vía el mercado de subastas, el empresario que tenga que importar «va a decir: si tengo esto porque voy a dejar que me especulen en el (mercado) paralelo».
Hasta ahora el Sicad tenía operaciones limitadas a cien millones de dólares en cada subasta, que se convocaban en promedio tres veces al mes y restringiendo en cada ocasión a un puñado predeterminado por el gobierno de sectores que podían participar.
Ramírez, quien además preside la petrolera estatal que aporta el 96% de las divisas que ingresan a Venezuela, dijo que el plan de gastos de divisas para 2014 llega a 42,7 millardos de dólares, de los cuales 11,4 millardos se tramitarán con la tasa fluctuante del Sicad.
Uno de los principales gastos transferidos a este mercado es el de pasajes aéreos, gastos con tarjetas en el extranjero y remesas que «se llevan 8.600 millones de dolares preferenciales (…). No estamos en posibilidad de darle tasa preferencial (a los venezolanos) para que viajen».
«Aquí la gran discusión es: ¿les damos los dólares a los viajeros o traemos alimentos?. ¿Le damos los dólares a los que especulan o traemos los bienes esenciales para nuestra economía?», insistió Ramírez y agregó que ese sector, además de pagar más caros los dólares, tendrá un tope anual de 5 millardos, es decir una restricción a casi la mitad de los montos totales actuales.
Sin embargo, no detalló cuántos dólares podrán solicitar los venezolanos para viajar. Hasta ahora el límite eran 3.000 al año en tarjeta de crédito y 500 en efectivo.
AFP | Marcelo Daniel BRUSA