Kevin Campos, residente estudiante del primer año de anestesiología fue herido por sujetos de una cuchillada en el tórax y un golpe en la cabeza, en el cuarto piso del hospital
Momentos de tensión y de violencia se registraron este viernes a las puertas del hospital Miguel Pérez Carreño, cuando un importante número de médicos, enfermeros y personal administrativo decidió protestar a las puertas del centro asistencial por niveles de inseguridad que confrontan y por las agresiones sufridas a tempranas horas por un médico residente.
Kevin Campos, residente estudiante del primer año de anestesiología fue herido de una cuchillada en el tórax y un golpe en la cabeza, cuando a las 6:40 de la mañana salió del quirófano hacia el piso cuatro en busca de un sweter.
El médico fue atacado por dos hombres que los sorprendieron en las escaleras. Uno de los sujetos lo hirió con un cuchillo y el segundo lo golpeó en la cabeza con un revólver para despojarlo de sus pertenencias.
La acción delictiva fue el detonante de la manifestación, una vez que el personal fue llegando y se reunió a las puertas del hospital con pancartas y exigiendo la presencia tanto de los medios de comunicación como del director del centro, Ángel Borrego.
Confrontación
El personal elevó pancartas alusivas a la inseguridad y a la vez gritaban consignas como “No somos Cuba” “Seguridad” y “Basta de violencia”. La situación se tornó violenta cuando parte del personal de seguridad impidió el acceso de algunos reporteros y camarógrafos que habían quedado en el área externa. Los médicos decidieron confrontarlos y reventaron la reja que separaba a los periodistas del área donde se llevaba a cabo la protesta.
Los trabajadores de la salud se desplazaron hacia el estacionamiento, pero entonces los de seguridad intentaron llevarlos a empujones hacia el área donde se encontraban inicialmente y así se dio paso a una trifulca que se apaciguo con la llegada un grupo de efectivos de la GNB y de la PNB.
La intervención de las autoridades no fue necesitaría debido a que los empleados de seguridad, tres o cuatro se retiraron. También se presentó una comisión del Cicpc y dos fiscales del Ministerio Público.
Los médicos informaron que a diario se registran robo dentro y fuera de las instalaciones. Durante los últimos meses han robado dos vehículos y desvalijado otros cuantos, sin contar con los atracos de los que han sido objeto algunos galenos.
Ingreso de armas
Durante su intervención en la asamblea, los médicos y residentes expusieron sus quejas relacionadas con la inseguridad. Explicaron que desde el piso 7 al 10, hay delincuentes hospitalizados que tienen en su poder armas de fuego y drogas.
Algunos dijeron sentir desconfianza del personal de seguridad y de los milicianos que apoyan esa función, pues no se explican cómo se violan las medidas control para el acceso, si en la entrada el personal registra los bolsos y pertenencias de las personas que ingresan.
Jesús Sandoval, médico residente, dijo que no hay suficiente personal de seguridad para enfrentar la situación en el centro y exclamó: “estamos durmiendo con el enemigo” al poner en duda la honestidad de estos trabajadores. Se planteó que el personal que cumpla esas funciones debe ser bien entrenado.
Entre los planteamientos los trabajadores exigieron que sea restringido el acceso de familiares y personas ajenas a centro de salud fuera de las horas de visitas y que eran suficiente la 4 horas de las que disponen para ver a sus parientes allí recluidos.
La doctora Victoria Obando recordó casos como el de la enfermera de la Maternidad Concepción Palacios que fue asesinada dos pacientes drogadictas que la atacaron el año pasado y el de una médica asesinada en el hospital Victorino Santaella.
Los galenos le dijeron al director que si no estaba en capacidad de cumplir pusiera su cargo a la orden. Otros le manifestaron que de no tomarse medidas al respecto seguirán protestando.
Royisbel Farias, coordinadora docente del área de anestesiología, indicó que se mantendrán en asamblea permanente hasta tanto no se lleguen a un acuerdo y que por ahora los galenos tendrán la libertad de llegar a la hora que consideren conveniente, por lo que las intervenciones tendrán que comenzar más tarde.
El médico herido fue llevado al área de traumashock para evaluar su evolución aunque estaba fuera de peligro. Su hermano, quien también es médico del hospital informó que la herida punzopenetrante no lesionó ningún órgano.