Los fundadores del MAS trataban de marcar diferencias con la línea dura del socialismo soviético, abandonando el marxismo
Un grupo de disidentes del Partido Comunista de Venezuela funda el 19 de enero de 1971, el Movimiento al Socialismo (MAS), en cuyos estatutos originales se lee que son “una fuerza comunista venezolana, una organización de lucha formada por la unión libre, voluntaria y democrática de obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales de avanzada y demás sectores sociales que combaten de manera consecuente para poner fin a la opresión imperialista sobre la patria y para la construcción de una nueva sociedad: la sociedad socialista”.
El socialismo democrático, reiterado en su condición de integrante de la Internacional Socialista, ha sido el compromiso que ha acompañado al MAS a lo largo de su historia. Desde los tiempos de su fundación y ruptura con el dogmatismo de la época, han proclamado su voluntad por estar al lado de los más pobres.
Por las filas del MAS han desfilado Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff, Freddy Muñoz, Carlos Arturo Pardo, Eloy Torres, Luís Bayardo Sardi, Antonio José Urbina, German Lairet, Luis Homez y Argelia Laya, entre otros.
El MAS participa por primera vez en las elecciones de 1973 y su candidato, José Vicente Rangel, queda en cuarto lugar. En los comicios de 1978, el MAS insiste con José Vicente, llegando en esta ocasión al tercer lugar.
En 1983 surge Teodoro Petkoff como candidato presidencial, quien tampoco alcanza el triunfo. El gran salto lo da el partido en 1988, cuando, de 6 por ciento pasa a un 10 por ciento y mejora en 1989 con un 18 por ciento en las municipales. Las elecciones para gobernadores en 1992 le dan un 14 por ciento que desciende al 10 por ciento en las presidenciales de 1993, perdiendo su histórico tercer puesto que le fue arrebatado por La Causa R.
En las elecciones de 1998 el partido respalda a Hugo Chávez y su agrupación el Movimiento V República (MVR), aunque este apoyo trae como consecuencia que Teodoro Petkoff deje el partido y otros disidentes, liderados por Pompeyo Márquez y Luís Manuel Esculpi, también se dan de baja para formar el partido Izquierda Democrática, opuesto a Chávez.
En el 2000, el MAS volvió apoyar a Chávez para su reelección. El MAS se resquebraja de nuevo en el 2002, cuando el partido se divide en partidarios de seguir apoyando a Chávez y los que se pasan a la oposición. El MAS, desde entonces, fue dirigido por el grupo conformado por Felipe Mujica, Carlos Tablante y Leopoldo Puchi, convirtiéndose en férreos detractores del gobierno de Chávez.
En los años siguientes, el MAS ha seguido ocupando una modesta posición en la política nacional, aunque participa activamente en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
El MAS es hijo del debate
El Comité Ejecutivo del MAS asegura que, a lo largo de estos 43 años, han contribuido a la construcción de nuestro país, que lucha por vivir en democracia y donde los cambios sean hechos en libertad. Reconocen que el MAS, ha tenido, como todos los partidos políticos, aciertos y errores.
Los dirigentes del MAS señalan que, en estos 43 años han hecho de la frase dicha por su fundador, Pompeyo Márquez, “El MAS es hijo del debate”, una forma de vida partidista irrenunciable que ha estado presente a lo largo de su historia.
Para el MAS y sus miembros la única forma de enfrentar la dura confrontación que vive Venezuela es el diálogo y la reconciliación que nos permita ser un país plural. “La inflación, el alto costo de la vida, el desabastecimiento, la falta de divisas son problemas que deben ser objeto de dialogo y búsqueda de soluciones integrales y compartidas. La inseguridad se ha convertido en el centro de la preocupación de los venezolanos. Reta la vida del país y se constituye en un obstáculo para la paz y la tranquilidad de todos”, acotan sus representantes.
En el comunicado emitido en ocasión del 43 aniversario del MAS, su Comité Ejecutivo señala que las diferencias políticas y la legítima aspiración de acceder al ejercicio del poder mediante el voto, no deben impedir que las diversas fuerzas políticas logren acuerdos que coloquen los intereses de la población por encima de cualquier interés partidario. El país requiere dialogar y acordar soluciones integrales, profundas y de largo alcance que consolide a Venezuela como una democracia política y socialmente eficaz.
Hablan de un diálogo nacional que permita profundizar el proceso de democratización del país y la plena vigencia de los derechos ciudadanos, audaces y solidarios acuerdos en la lucha contra la corrupción, garantice la democratización de la economía, donde la lucha contra la inseguridad sea el producto de la participación de los entes públicos y los ciudadanos, atacando las razones profundas que han dado origen a este terrible mal que hoy afecta al país y donde la participación de los ciudadanos como actores fundamentales en el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas públicas, sea la garantía de su ejecución.
Apóstol moderno
En este 43 aniversario del partido naranja, sus miembros han querido honrar la figura de ese incomparable y legendario ciudadano del mundo, recientemente fallecido, que fue Nelson Mandela, apóstol moderno de la reconciliación y la paz que cambió al mundo entero. Su lucha contra la dominación de cualquier tipo, marcó un nuevo momento para la humanidad.
Edda Pujadas /// @epujadas