El presidente de México, Enrique Peña Nieto, buscará relanzar las relaciones con Cuba tras 15 años de frialdad y desencuentros, durante una breve visita oficial a La Habana que cumplirá el miércoles al término de la cumbre de la Celac.
El mandatario mexicano será recibido con honores en el Palacio de la Revolución de La Habana y luego sostendrá un encuentro privado con su homólogo cubano, Raúl Castro. Posteriormente ofrecerá una rueda de prensa en un hotel, antes de regresar a su país.
Esta visita oficial de poco más de seis horas representará un «relanzamiento muy importante» de la relación bilateral, dijo la subsecretaria para América Latina de la cancillería mexicana, Vanessa Rubio, al anunciar la visita.
Rubio destacó que el propósito de su presidente es impulsar una «presencia renovada» en América Latina con visitas este año a Perú, Brasil y Panamá, además de Cuba, donde participará el martes y miércoles en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Su viaje a la isla -llegará el lunes- fue precedido por un encuentro con Raúl Castro en enero de 2013 en Chile, en la pasada cumbre de la Celac, en la cual el mandatario mexicano «se mostró interesado además en mantener las relaciones a su máximo nivel», según la prensa cubana.
En noviembre, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, visitó México, donde resaltó «los históricos lazos de amistad» entre ambos países y suscribió ocho acuerdos con su homólogo mexicano, José Antonio Meade.
En esa ocasión, México condonó el 70% de la deuda cubana, de 487 millones de dólares, y otorgó un plazo 10 años para pagar el 30% restante.
Además, le amplió una línea de crédito para comercio e inversiones.
Quince años de fricciones
Las relaciones bilaterales, ininterrumpidas desde 1902, son muy especiales para La Habana, toda vez que México fue el único país latinoamericano que no rompió lazos diplomáticos con la isla comunista en 1962, cuando el resto de la región lo hizo bajo presiones de Estados Unidos.
Peña Nieto busca marcar el fin de las fricciones vividas bajo los dos gobiernos del derechista Partido de Acción Nacional mexicano (2000-2012). En rigor, los problemas comenzaron hace 15 años con el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000), del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el mismo de Peña Nieto.
Pero los mayores encontronazos fueron con Vicente Fox (2000-2006) y su canciller Jorge Castañeda, que se convirtió en un fuerte crítico de Cuba después de haber recibido formación en la isla en su juventud.
Con Fox, Cuba perdió el apoyo de México en la antigua Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con votos que fueron desde la abstención a la condena a la isla.
Agencias