Un promedio de cinco trabajadores por mes, en su mayoría sindicalistas, fueron asesinados en Venezuela durante 2013, según un informe difundido hoy por la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), que contabilizó 59 muertes violentas de empleados y sindicalistas el año pasado.
«En este período se registraron 59 asesinatos de trabajadores o sindicalistas, principalmente en el sector de la construcción», dice un informe de la organización no gubernamental titulado «Venezuela: violencia en el entorno laboral-sindical e impunidad en 2013».
Según el reporte, «son asesinados en promedio cinco sindicalistas o trabajadores por mes», 83 % de las víctimas del sector de la construcción y en su mayoría ubicados en el estado minero de Bolívar donde funciona Sidor.
La cifra, sin embargo, es menor a la reportada por la misma ONG en 2012 cuando informó de 65 asesinatos de sindicalistas en Venezuela solo entre enero y septiembre.
En el nuevo reporte, la organización señala que «el sicariato es la práctica más recurrente en los asesinatos de trabajadores o dirigentes sindicales» y que destacan «los niveles de agresividad y violencia con que son perpetrados los crímenes» pues en muchos casos las víctimas reciben «más de cinco disparos».
El OVCS asegura que no se observan avances en las investigaciones de estos crímenes y señala que «la impunidad es una característica clave de la situación de la violencia laboral sindical venezolana». Asimismo, apunta que «no se observan reportes oficiales sobre la violencia en el contexto laboral sindical» durante el 2013.
Entre las principales causas de la violencia en el sector de la construcción, la organización destaca «el paralelismo sindical y la venta de cupos de empleo» y denuncia la presencia de «civiles armados en espacios laborales».
El OVCS manifestó preocupación por la supuesta «permisividad de las autoridades» con grupos que, aseguran, «llevan a cabo actividades reñidas con la ley» en los espacios de trabajo. «En muchos casos las muertes de sindicalistas o trabajadores son consecuencia de acciones delictivas de estos grupos y no guardan relación con las luchas sindicales», señala el documento.
EFE