El fantasma del fallecido presidente Hugo Chávez estaría en el ambiente político de Costa Rica, que este domingo irá a elecciones con el candidato de la izquierda, José María Villalta, como uno de los favoritos.
Villalta, un joven ecologista y diputado de 36 años, es atacado por sus adversarios por supuestas simpatías con el chavismo, pero él afirma que no copiaría modelos porque Costa Rica tiene su propia tradición socialista, que busca recuperar y profundizar.
El aspirante del Frente Amplio (FA), a quien las encuestas ubican codo a codo contra el exalcalde Johnny Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), concedió una entrevista a AFP en su casa de campaña, este de San José.
Socialismo ‘a la tica’
¿Cómo interpreta el ascenso de la izquierda en la Costa Rica tradicionalmente conservadora?
Nuestro pueblo está cansado de la corrupción de los últimos gobiernos, pero también quiere un cambio de la política económica neoliberal de los últimos 30 años. Reclama que el país recupere una senda de desarrollo equilibrado, de justa distribución de la riqueza y Frente Amplio está encarnando esas aspiraciones.
¿Qué modelo de la izquierda latinoamericana siente más cercano?
Costa Rica tiene su propia tradición de desarrollo de un ‘socialismo a la tica’. No creemos que se pueda copiar un modelo de otro país. En las naciones latinoamericanas que giraron a la izquierda hay cosas que se han hecho bien, como la reducción de la pobreza y la desigualdad; y también mal en el manejo económico o de libertades ciudadanas. Debemos ver bien esas experiencias, pero seguir nuestro propio camino. En América Latina, para que los cambios sociales sean sostenibles, debemos impulsar liderazgos más participativos, menos caudillistas. Y creo que puedo hacer un aporte a ese cambio político.
¿Cómo define el socialismo «a la tica»?
Es un socialismo que busca una justa distribución de la riqueza y mayor justicia social, muy arraigado en las tradiciones democráticas y de respeto a las libertades. No es un socialismo que busca que el Estado sea dueño de todo, sino que haya diversas formas de propiedad, especialmente autogestionarias, garantizando una verdadera distribución de la riqueza.
¿Ha pesado el fantasma de Chávez en su campaña?
Los que sienten el fantasma de Chávez son mis rivales políticos, que tienen pesadillas, desayunan, almuerzan y cenan con él. Hay algunas fuerzas políticas en Costa Rica muy interesadas en que hablemos de lo que pasa en Venezuela para que no hablemos de lo que pasa aquí y del desastre que han hecho los que han tenido el poder.
Relaciones sensibles
¿Cuáles son los retos para un eventual gobierno suyo?
Articular la política social con la política económica, de la mano del combate a la corrupción. La brecha social se ha ensanchado y reducido la clase media. Queremos recuperar esa democracia económica que hemos venido perdiendo.
¿Cómo serían las relaciones de un gobierno costarricense de izquierda con Washington?
No aceptamos injerencias de ningún gobierno extranjero. Aspiramos a fortalecer los lazos de cooperación, el comercio, el diálogo respetuoso, pero para eso es indispensable que no exista intromisión en los asuntos internos de Costa Rica.
¿Y los nexos con China?
Fue un acierto establecer relaciones porque es un gigante de la economía mundial. El problema es que la clase gobernante en Costa Rica estableció una relación vergonzosa, de pedigüeñería, de estar viajando a China para ver qué les dan. Debe acabarse esa dinámica perniciosa y establecer una relación de respeto.
¿Cómo manejaría las tensiones con el gobierno de Daniel Ortega?
Vamos a ejercer las acciones necesarias para garantizar que se respete la soberanía de nuestro país. Nos gustaría que se bajaran las tensiones, que se retomaran los canales de diálogo y abordar con Nicaragua una agenda de desarrollo bilateral. Pero para esto requerimos señales claras del señor Ortega, deben cesar esos discursos incendiarios no propios del lenguaje diplomático y comprometerse a respetar el territorio de Costa Rica.
Legalización de la droga
¿Cómo evalúa la lucha contra el narcotráfico?
La estrategia impuesta por Estados Unidos ha sido un rotundo fracaso. México y Centroamérica están sumidos en muchas regiones en una verdadera guerra civil, no han logrado reducir el problema del narcotráfico y se ha agravado la violencia. Debemos como región discutir las opciones, incluida la legalización. Ahora no están dadas las condiciones para la legalización de la droga, pero podríamos avanzar y darse las condiciones si logramos definir una estrategia regional.
¿Cómo ve la legalización de la marihuana en Uruguay?
La experiencia uruguaya debemos analizarla con mucha atención. No creo que podamos replicar en un 100% lo que está pasando en Uruguay, pero estamos abiertos a analizar esa experiencia.