Una terapia experimental en la que se dieron pequeñas cantidades de harina de maní a menores alérgicos a este alimento ayudó a más del 80% a comer con seguridad un puñado de esta leguminosa, que no muchos puede consumir sin peligro.
Aunque los expertos afirman que los resultados del estudio son alentadores, advirtieron que los padres no deben intentarlo por su cuenta.
Los casos de alergia al maní, también conocido como cacahuate, aumentan en el mundo y el problema afecta a aproximadamente uno de cada 50 niños, principalmente en los países de altos ingresos. Las consecuencias pueden poner en peligro la vida y el maní es la causa más común de reacciones alérgicas fatales por consumo de alimentos.
La manera más sencilla de evitar esta reacción es no comer maní. Además, las vacunas contra alergias ambientales, como las causadas por polen, son muy peligrosas.
Los médicos en el hospital Addenbrooke’s en Cambridge comenzaron dando a niños de entre 6 y 16 años muy alérgicos al maní una dosis de dos miligramos de una harina especial de ese alimento mezclada en la comida.
Los médicos aumentaron gradualmente la dosis a 800 miligramos. El experimento se desarrolló en un centro de investigación donde los niños fueron observados para detectar cualquier reacción peligrosa. Las más frecuentes fueron comezón en la boca, dolor de estómago y náuseas.
Después de un tratamiento de seis meses, más de 80% de los niños ahora pueden comer con seguridad cinco cacahuates. «Esto es una diferencia muy importante», dijo el Dr. Andrew Clark, de la Universidad de Cambridge, en Gran Bretaña, que dirigió la investigación.
«Antes del estudio, estos niños no podían siquiera tolerar pedacitos de cacahuate y sus padres tenían que leer todas las etiquetas de los alimentos», agregó.
El propósito del tratamiento no fue que puedan comer gran cantidad de cacahuates, sino a impedir que sufran una reacción alérgica que ponga en peligro su vida si comen cantidades mínimas.
Clark dijo que el tratamiento funciona porque se reeduca al sistema inmunológico de los pacientes a fin de que puedan incrementar gradualmente la tolerancia a los maníes, aunque dijo creer podría ser necesario que dure años.
El experto y sus colegas tienen previsto ofrecer pronto el tratamiento en una clínica especializada contra la alergia al consumo de maní así como emprender estudios mayores. El Consejo de Investigación médica de Gran Bretaña y el Instituto Nacional de Investigación de Salud financiaron el estudio. La publicación Lancet difundió el jueves el estudio en su edición en internet.
AP