Sam Gardiner se hizo pasar por un comentarista deportivo. Y 20.000 personas en Twitter le creyeron.
Gardiner, un adolescente de 17 años que vive en el norte de Londres, creó a mediados de 2012 una cuenta en la red social en la que afirmaba que era Samuel Rhodes (en un principio se llamó Dominic Jones) , un periodista deportivo que le gustaba compartir sus historias y opiniones sobre el deporte en el mundo, especialmente el fútbol.
El falso periodista Rhodes entregaba primicias sobre posibles transferencias en la Premier League, comentaba sus entrevistas –falsas- con personalidades del fútbol y además les solicitaba a sus seguidores que les enviaran preguntas qué les deseaban hacer a sus futuros entrevistados.
El asunto es que la supuesta agitada vida de Rhodes en las salas de prensa de los grandes estadios de Inglaterra, no iba más allá del cuarto de Gardiner en el barrio londinenses de High Barnet.
«No quería engañar a la gente. Solo quería que mis opiniones se escucharan en la mayor plataforma posible en el mundo», le dijo Gardiner a la BBC.
Los 15 minutos de fama
Después de un tibio comienzo, Gardiner, o mejor dicho, su alter ego virtual, Samuel Rhodes se convirtió en una celebridad del comentario deportivo cuando pronosticó, un día antes, la salida de Roberto Di Matteo de la dirección técnica del Chelsea en noviembre de 2012.
A partir allí, su alter ego @SamuelRhodes_ retumbó en la red social.
Los fanáticos desprevenidos, entonces, se dejaron deslumbrar por la seriedad y objetividad que desprendía la foto que Gardiner había elegido como avatar: un rubio de ojos azules con aspecto juvenil que había sacado de un banco de fotos de internet.
Periodistas, futbolistas activos y retirados, algunas cuentas de los clubes de fútbol de la Premier, se encontraban en ese grupo de 20.000 seguidores que acrecentaron su fama a partir de republicar sus comentarios o designarlos como «favoritos».
Y claro, Gardiner vio su sueño cumplido: miles de personas que seguían sus profecías y estadísticas futboleras. Entonces comenzó a alimentar esa pasión por Samuel Rhodes con tuits cada media hora con noticias, entrevistas «exclusivas» y opiniones sobre los futuros encuentros.
«Estudie como se comportaban los mejores periodistas y me di cuenta que era una mezcla de opinión, estadísticas, ingenio y rumores. Solo imité eso», señaló Rhodes, perdón, Gardiner.
Desenmascarado
Por supuesto, la fama comenzó a generar suspicacias. Y el joven Gardiner había cometido un error irreparable a esta altura de su fama: en su biografía de perfil y en alguno de sus tuits, declaraba que trabajaba para prestigiosos medios como el Telegraph.
Cuando la noticia llegó a oídos del prestigioso diario inglés a principios de enero de este año, sus supuestos compañeros en la redacción comenzaron a buscar aquel rostro atractivo que no reconocían de inmediato. Mucho menos el nombre. No hallaron nada y uno de sus periodistas, este sí de verdad y muy reconocido, Mark Ogden, reveló la farsa:
«@SamuelRhodes_ no solo no trabaja para este diario, sino que no tenemos idea quién es». Publicó.
Todo se derrumbó para el adolescente mentiroso. La cuenta @SamuelRhodes_ fue cerrada y el joven aceptó que había cometido un error muy grande.
«No pensé que iba a tener esta repercusión tan grande. Fue una locura que no fui capaz de controlar», concluyó Gardiner en su conversación la BBC.
Después de la fiesta, entonces, viene la calma. Gardiner no abandonó su pasión por comentar y predecir las principales incidencias del fútbol inglés y creó una cuenta, con su nombre y foto reales: @samgtheman.