Con la generalización del uso del correo electrónico o aparatos como las tabletas y teléfonos inteligentes, cada vez son menos las ocasiones en las que es necesario recurrir a imprimir un documento en papel. Sin embargo, en algunos ámbitos empresariales el uso de las impresoras es una constante, a pesar de que la mayor parte de las veces la impresión sea consultada tan solo una vez.
Para tratar de reducir el enorme gasto en tinta y papel que eso supone y, de paso, tratar de ser más respetuosos con el medio ambiente, el profesor de la Universidad de Jilin en China Sean Zhang ha desarrollado un sistema de impresión que, según apunta el blog «Fayerwayer», emplea agua en lugar de tinta y un papel especial que cambia de color al reaccionar con la humedad.
Este sistema presenta dos grandes ventajas, ya que además de no contener sustancias tóxicas que sí se encuentran presentes en la tinta convencional, cada hoja de papel puede reutilizarse hasta 50 veces, ya que, tal y como cuenta Nacho Palou en «Microsiervos», el contenido del folio desaparece 22 horas después de haber sido impreso.
Por si todo esto fuera poco, los cartuchos con los que funciona este novedoso método se rellenan con agua del grifo y funcionan en cualquier impresora de inyección de tinta sin necesidad de realizarle ningún tipo de adaptación especial. Teniendo en cuenta el elevado precio de la tinta convencional y el del papel empleado en este sistema, los investigadores aseguran que su método de impresión permite un ahorro de hasta el 99 por ciento en comparación con los métodos actuales.
Aunque este sistema de documentos que se autodestruyen haría las delicias de muchos agentes secretos, su único inconveniente es que, precisamente, que no es apto para imprimir aquellos impresos que sí sea necesario conservar.