La hija del actor Paul Walker, fallecido en accidente de tráfico en Los Ángeles el pasado 30 de noviembre, es la única beneficiaria de los bienes del actor, valoradas en más de 18 millones de euros (unos 25 millones de dólares), según informa la web TMZ.
El testamento determina que el padre del actor será quien se encargue de administrar los bienes y la madre la que actúe como «guardiana» de la hija de Walker, que tiene 15 años.
El testamento se redactó y firmó en 2001, el año en que Walker rodó la primera entrega de A todo gas, la franquicia que lanzó a la fama al actor y generó buena parte de su fortuna.
Una fortuna en la que destaca su vivienda, valorada en más de 7 millones de euros, y que está previsto que se incremente en otros 6 millones, en parte derivados de la participación del difunto intérprete en la séptima entrega de la saga.
La muerte de Walker, que viajaba de copiloto en un vehículo de alta gama, el cual no presentaba problemas mecánicos, causó una honda conmoción en Hollywood y motivó que los responsables de A todo gas modificaran el guión de la siguiente película, que se encontraba en pleno rodaje.