Una película en la que se aborda el fanatismo por el béisbol y lo combina con unos amores shakespereanos se impone en Venezuela: “Papita, maní, tostón”
Ni el teatro ni el cine venezolanos utilizan frecuentemente el juego de la pelota o el béisbol como telón de fondo o argumento dramático, a pesar que genera una asombrosa pasión lúdica entre los fanáticos capaz de paralizar al país y provocar situaciones buenas y malas también.
Pero como siempre hay una primera vez, a Luis Carlos Hueck se le ocurrió hacer precisamente su primera película, “Papita, maní, tostón”, y estrenarla el pasado 20 de diciembre en 60 salas. Una comedia sobre el amor, al estilo del shakespereano “Romeo y Julieta”, entre una fanática de los Navegantes del Magallanes y un ferviente hincha de los Leones del Caracas, los conocidos eternos rivales de la Liga de Béisbol Profesional Venezolana.
El guión, que fue el proyecto ganador de la convocatoria de financiamiento del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) en 2011, plasma el encuentro entre Julissa (Juliette Pardau) y Andrés (Jean Pierre Agostini), quienes se enamoran y deciden poner en segundo plano la rivalidad deportiva para mantener su relación. Sin embargo, tendrán que engañar a familiares y amigos (fanáticos empedernidos) y lidiar con la incómoda situación para poder estar juntos.
Impone récord de taquilla
Y la respuesta de la audiencia no podía ser mejor. Hasta ahora lleva más de 800 mil espectadores, cifra que la ubica entre una de las diez películas más taquilleras en la historia del cine venezolano. El largometraje superó así a De mujer a mujer (Mauricio Wallerstein), que sumó 753.333 espectadores en 1986, y a La generación Halley (Thaelman Urgelles), que vendió 758.196 entradas ese mismo año.
Luis Carlos explicó que su intención fue plasmar con humor la cotidianidad de la rivalidad deportiva que vive el país, bajo la adaptación de un clásico como “Romeo y Julieta”, que aborda un mensaje de amor universal. La cinta inició su rodaje en julio de 2012 y se extendió durante 8 semanas en Caracas. Incluso, se hicieron tomas durante un juego entre los mencionados equipos, en el Estadio de la UCV.
El filme cuenta con la protagonización de Juliette Pardau y Jean Pierre Agostini, junto a las interpretaciones de primer actor Miguel Ángel Landa y los comediantes Emilio Lovera, José Roberto Díaz, Vicente Peña, Elías Muñoz, Juan Andrés Bergrave, Vantroy Sánchez, Ana Terrero y Orlando Ruggiero y Pedro Pérez (Budú).
Del betamax a la pantalla
-¿Dónde nace y hace sus estudios?
-Nazco en Caracas, 5 de mayo de 1977, estudié Administración de Empresas Banca y Finanzas en la Universidad Metropolitana, al mismo tiempo estudie guión de cine en la misma Universidad, luego de graduarme me fui a Los Ángeles a estudiar Dirección de Cine en UCLA, entre otros cursos.
-¿Por qué el cine?
-El cine ha sido mi pasión desde niño, la primera película que me acuerdo haber visto en el cine fue “Yako” y me impresionó tanto que desde ese día me volví adicto a ver películas de todo tipo. Luego mi papá se compró una cámara gigante de betamax, que fue usada por mis hermanos y yo como un juguete durante todas las vacaciones. Hacíamos historias y cortos divertidos que luego le mostrábamos a nuestros amigos para que rieran, cuando llego el momento de decidir qué hacer con mi vida pensé que del cine no podría vivir y por eso elegí la banca y las finanzas, como para irme por lo seguro, mi hermano Alfredo si había decidido ser cineasta desde un principio y se las arregló para hacer un cortometraje que se llama «YBI 173» que quedo nominado en el Festival Latino Internacional de Los Ángeles a cual asistí, y allí rodeado de cineastas fue cuando decidí estudiar y hacer cine por el resto de mi vida o por lo menos intentarlo.
-¿De dónde partió para “Papita, maní, tostón” y su rodaje?
-La idea nace desde que hace mucho tiempo asistí a un juego en el Estadio Universitario y veía a las cervezas volar por el aire empapando a todo el mundo, mezclado con el chalequeo constante que hay entre caraquistas y magallaneros y mis ganas de mostrarle al mundo un poco de nosotros.
-¿Cómo logra financiarlo?
-El financiamiento de la película fue a través del Centro Nacional de Cinematografía Nacional (CNAC), pero el financiamiento no es del 100% y por esto se sumaron al proyecto empresas como Banesco, Digitel, Regional, Munchys, Directv, Zona Pilates, Ron Veroes, Flips, los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes, los Tiburones de la Guaira, entre otros.
Sano humor
-¿Está consciente del mensaje humanista y pacifista que propone en su largo, además del sano humor que ahí expresa?
-La verdad es que hay muchísimos mensajes por allí escondidos, como por ejemplo el de las bonita amistad que uno cosecha en este país, lo importante de la familia, las consecuencias del fanatismo absurdo, el amor entre personas de diferentes bandos y si trate de resaltar ese humor sano que nos llevamos nato los venezolanos.
E.A. Moreno-Uribe