Adán Sánchez Uribe sabe de tecnología, es bilingüe y está manos a la obra con su primer libro electrónico. Y apenas tiene cinco años.
Con un dedo —a veces más— el niño toma fotos de sus compañeros en el kínder, dibuja alrededor de ellos en la pantalla digital, teclea su nombre, graba su voz y de inmediato vuelve a jugar.
Antes de que termine la clase, muestra su libro electrónico a su maestra y compañeros de clase. Si le dan un poco más de tiempo, mucha más gente también sabrá lo que ha hecho.
Esto es porque Sánchez juega con el iPad en uno de dos salones de clase en la ciudad de Nashville, Tennessee, que son objeto de un estudio para determinar cómo los niños de edad preescolar aprenden con las tabletas digitales. Es un innovador enfoque en momentos en que la educación preescolar del estado difícilmente podría ser más alta.
Pero la gente se pregunta si la educación preescolar importa
La forma en que las autoridades estatales respondan a esa pregunta determinará si deciden ampliar el programa preescolar de Tennessee. Propuestas para aumentar el financiamiento federal a la educación prescolar se han topado con cuestionamientos sobre su valor a largo plazo para los niños.
Importantes legisladores republicanos han citado una reciente investigación de la Universidad Vanderbilt que muestra que algunos avances tienden a disiparse con el tiempo. No se prevé que el gobernador Bill Haslam incluya fondos para ampliar la educación prescolar en su presupuesto.
Pero los mismos investigadores dicen que hay más en esto que eso. Señalan que las conclusiones más importantes están por llegar porque el estudio demorará durará varios años. Pero ya han observado pruebas de que algunos de los programas más innovadores tienen un impacto más duradero.
Esto es lo que sucede de trasfondo en el debate nacional sobre la educación preescolar universal, encabezada por el presidente Barack Obama, quien se ha resistido a la posibilidad de asignar cantidades importantes de dinero a estados que desean hacer la inversión.
Los maestros de preescolar en Tennessee están ansiosos de adoptar las innovaciones. Más de mil asistieron a una conferencia en Nashville el año pasado sobre aprendizaje infantil, una asistencia récord.
Por su parte, los investigadores de Vanderbilt presionan sobre sus evaluaciones de lo que vieron en un período de dos años en 160 aulas en todo el estado, donde nuevos enfoques se fusionaron con ideas con las que los educadores ya se sentían seguros.
Resulta ser que la clave para la expansión podría ser el niño de cinco años que usa una pantalla táctil y otros como él.
AP
