El Movimiento de los Sin Tierral afirma que el Gobierno de la presidenta con respaldo del Partido de los Trabajadores (PT) tiene «paralizada» la reforma agraria
BRASILIA. El Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil inauguró ayer su sexto Congreso Nacional en Brasilia y afirmó que el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff tiene «paralizada» la reforma agraria pues es «rehén» de los grandes capitales.
«Cada año retroceden los planes de reforma agraria» debido a un «bloqueo político y económico» promovido por «trasnacionales, bancos, medios de comunicación» y «una alianza de Gobierno» que ha hecho «rehén» a la presidenta Rousseff, declaró en rueda de prensa Diego Moreira, miembro de la dirección nacional del MST.
Según Moreira, Rousseff ha dado prioridad en su variopinta coalición de Gobierno a sectores de derechas aliados a los «grandes capitales», que se oponen a la reforma agraria y a «democratizar» la propiedad de la tierra.
Alianza
Esa «alianza» también cuenta con «ramificaciones» en el Congreso nacional, en el que está encarnada por parlamentarios de la base oficialista que también se han plegado a los «latifundistas» y a las grandes empresas del sector agropecuario, denunció el activista.
Moreira reiteró que el MST, en su condición de movimiento social, no pretende participar activamente en la campaña para las elecciones presidenciales de octubre próximo, en las que se prevé que Rousseff aspirará a un segundo mandato consecutivo.
«El proceso de movilizaciones populares es independiente de todo Gobierno» y el MST «no tiene candidatos», sostuvo Moreira.
Sin embargo, Marina dos Santos, también miembro de la dirección nacional del MST, dijo en la misma rueda de prensa que la militancia de ese movimiento campesino «votará por los candidatos ajenos a los proyectos neoliberales», entre los cuales no encuadró a Rousseff.
Aún así, Dos Santos subrayó que el Gobierno de Rousseff mantiene «paralizada» la reforma agraria y precisó que, al día de hoy, hay unas 150.000 familias de campesinos acampados en todo el país, a la espera de que les sean otorgadas tierras para cultivar. «En 2013, solamente fueron asentadas 7.724 familias», aseguró la activista.
El sexto Congreso Nacional ha congregado en Brasilia a cerca de 16.000 delegados procedentes de todo el país, que hasta el próximo viernes discutirán un proyecto de «Reforma Agraria Popular» que el MST promoverá a partir de este mismo año.
Moreira explicó que las bases de ese proyecto, que será volcado en el documento central del congreso, contemplarán la necesidad de impulsar la expropiación de tierras que grandes hacendados mantienen ociosas, a fin de incluirlas en los planes de reforma agraria.
Según el activista, el MST se propone «presionar» también al Poder Judicial, a fin de que sean acelerados «unos 1.200 procesos de expropiación de tierras» que, de acuerdo con el movimiento campesino, están atascados en los tribunales «desde hace años».
El proyecto de «Reforma Agraria Popular» también exigirá que los campesinos tengan «mayor acceso a los recursos naturales», que se «modifique la matriz tecnológica del campo» a fin de prohibir el uso de pesticidas tóxicos y se apoye desde el Gobierno la producción de alimentos orgánicos.
La mayoría de las conferencias del Congreso Nacional del MST será a puerta cerrada, pero el próximo miércoles los campesinos ocuparán las principales avenidas de Brasilia y marcharán hasta la sede del Gobierno para «poner sus propuestas en la calle», dijo Moreira.
Agencias