Un estudio indica que las mujeres tienen peor calidad de vida que los hombres después de sufrir un derrame cerebral.
La investigación estadounidense, publicada en la revista Neurology, estudió la salud mental y física de 1.370 pacientes a los tres meses y un año después de haber sufrido un derrame cerebral.
Las mujeres presentaron mayor depresión y ansiedad, dolor y malestar, así como una movilidad más limitada que los hombres.
Los investigadores del Wake Forest Baptist Medical Center, de Carolina del Norte, estudiaron a pacientes que habían sufrido accidentes cerebrovasculares o ataques isquémicos transitorios (AIT), episodios también conocidos como «miniderrames».
La calidad de vida se calcula mediante una fórmula que evalúa la movilidad, el cuidado personal, las actividades cotidianas, la depresión o ansiedad, y el dolor.
A los tres meses después de padecer el incidente, las mujeres fueron más propensas que los hombres a reportar problemas de movilidad, dolor, malestar, ansiedad y depresión, con agravantes en quienes eran mayores de 75 años.
Después de un año, las mujeres aún tenían puntuaciones más bajas de calidad de vida en general que los hombres, pero la diferencia entre ambos era más pequeña.
Expertos de Reino Unido dicen que las mujeres tienden a padecer accidentes cardiovasculares a mayor edad que los hombres, y que por su edad pueden necesitar mayor cuidado. Sin embargo, el estudio también señala que gracias a las mejoras en los tratamientos y la prevención, más personas sobreviven en la actualidad a un derrame cerebral que quienes lo sufrían hace 10 años.
Se necesita apoyo
Cheryl Bushnell, directora de la investigación y experta en accidentes cardiovasculares y su prevención, aseguró que el estado de ánimo, la habilidad de moverse y sentir dolor y malestar pueden empeorar la calidad de vida de las mujeres.
Bushnell dice que en general las mujeres tienen menos masa muscular que los hombres lo que hace más difícil la recuperación cuando sufren un derrame.
«En la medida en que más personas sobreviven accidentes cerebrovasculares, los médicos y otros profesionales de la salud deben prestar atención a las cuestiones relacionadas con la calidad de vida y trabajar para desarrollar mejores intervenciones, desarrollar cuadros de género para optimizar las vida de los pacientes», agregó.
Por su parte, Madina Kara, una neurocientífica de la Asociación de Derrames Cerebrales de Reino Unido, aseguró que el estudio muestra que a las mujeres les va peor que a los hombres después de un ataque de este tipo y dijo que «las razones para eso no son del todo claras».
«El estudio muestra que una mujer de más de 65 años tiende a vivir sola, un factor que contribuye a su reducida calidad de vida por falta del apoyo adecuado». «Nosotros sabemos que las mujeres tienden a sufrir derrames cerebrales mucho más mayores que los hombres, lo que disminuye las posibilidades naturales de una recuperación.
«Lo que el estudio enfatiza es que las mujeres podrían no estar logrando el apoyo que necesitan para optimizar su calidad de vida», dijo Kara.
«Es esencial que todos los supervisores de accidentes cardiovasculares reciban el mejor cuidado y la atención de los servicios sociales y de salud para conseguir una mejor recuperación».
BBC