Los caídos en El Deleite de Cúa fueron identificados como Maikel Alexander Sánchez de 20 años, y Leonardo José Martínez, de 29, alias “El Leo”, quien al momento del hecho portaba una cédula de identidad “montada” que lo identificada como Jefferson Moisés Muñoz Muñoz
Como Maikel Alexander Sánchez, de 20 años de edad, fue identificado el segundo sujeto que cayó abatido la mañana del pasado martes en la urbanización El Deleite de Cúa, cuando en compañía de un secuaz, se enfrentó a una comisión de efectivos de la Guardia Nacional. Estos dos elementos al parecer integraban la banda de un sujeto apodado “El Merengueado” de Charallave.
Sánchez, quien era apodado “El Chino”, junto a su compinche, cuyo nombre legal era Leonardo José Martínez de 29 años de edad, alias “El Leo”, (al momento del suceso portaba una cédula montada que lo identificada como Jefferson Moisés Muñoz Muñoz (24)), operaba en las poblaciones de Cúa, Ocumare y Charallave, según información suministrada por el Tcnel. Rafael Rodríguez, jefe del Destacamento 57 de la Guardia Nacional.
Detalló el alto funcionario que Maikel Alexander Sánchez tenía fijado su domicilio en el sector Mata de Coco del municipio Tomás Lander, mientras que Martínez vivía en el sector Los Olivos del municipio Cristóbal Rojas.
Informó además que la banda de “El Merengueado” se dedica a extorsionar a constructores y obreros en las obras que ejecuta el gobierno nacional en los municipios Urdaneta, Tomás Lander y Cristóbal Rojas y que Maikel Alexander Sánchez, a quien se le vio hace unos 21 días en Ocumare del Tuy, está vinculado al secuestro y golpiza de un comerciante de esta ciudad. Además tenía vínculos con el extinto “Tumba” de Charallave.
Recuento
Tal y como se informó en nuestra edición de ayer, en la urbanización El Deleite de Cúa se realizaba una asamblea con la participación de los ingenieros de la empresa que edifica la cuarta etapa del citado urbanismo, obreros y vecinos de la zona, con la finalidad de reiniciar los trabajos de construcción que fueron paralizados hace tres semanas, producto de los chantajes a los representantes de la contratista.
Los pillos exigieron a la empresa el pago de una vacuna de 80 mil bolívares para reiniciar la ejecución del lote de casas, además de tres salarios semanales por un moto de cuatro mil Bs. “De esta solicitud se informó a efectivos de la Guardia nacional, presentándose una comisión con diez guardias nacionales, al mando del capitán Eduardo Charellis, para garantizar el orden y evitar el chantaje a los empresarios. Inesperadamente arribaron al sitio dos sujetos en actitud desafiante, por lo que se les dio la voz de alto, pero éstos optaron por desenfundar pistolas y uno de ellos sacó además una granada con la cual amenazó a los uniformados”, según lo informó en su oportunidad el Tcnel. Rodríguez.
El elemento que portaba el explosivo tomó a una mujer y a su hija de cinco años como rehenes. Se trató de persuadir al delincuente para que depusiera su actitud hostil y liberara a las rehenes, pero su compinche disparó en dos oportunidades y el secuestrador lanzó el explosivo, afortunadamente no se activó. Madre e hija, fueron liberadas y de inmediato se originó una balacera, donde resultaron heridos los antisociales, que fueron llevados al hospital Dr. Osío de Cúa donde perecieron posteriormente.
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