Los funcionarios de la División contra Homicidios y de la División de Violencia contra Mujer del Cicpc cavaron por varias horas para encontrar el cuerpo
Funcionarios de la División contra Homicidios y de la División de Violencia contra Mujer del Cicpc, tuvieron que cavar durante varias horas en un pozo séptico cubierto con concreto para llegar hasta el sitio donde fue enterrada la osamenta de una mujer de 30 años de edad, en el barrio Luis Hurtado de El Junquito, al oeste de Caracas.
La víctima fue asesinada por su pareja hace aproximadamente dos años y medio durante una discusión. El detenido, identificado como José Cipriano Fernández, albañil de 40 años de edad, confesó que mató a su mujer de un martillazo cuando ella lo amenazó con un bate de beisbol.
Durante más de dos años el Cicpc estuvo investigando para esclarecer la desaparición de la mujer, hasta que este viernes a las 5:30 de la mañana su concubino y homicida fue capturado en una unidad de pasajeros, en Luis Hurtado, cuando se dirigía a su lugar trabajo en Caricuao.
El día en que mató a su pareja, el detenido arrastró el cuerpo hasta el pozo séptico a unos tres metros de su casa en el sector Tipetiripe parte baja Tuy II y la enterró. Luego cubrió el hueco con una capa de concreto de unos 10 centímetros de espesor.
La pareja tenía unos 10 años vivienda en esa zona, primero en un rancho y luego en la casa que construyeron con dos habitaciones y un baño. Cuando se conocieron ella tenía dos hijas que ahora tienen 13 y 15 años de edad. Con él tuvo su último hijo, un varón que hoy día tiene 12 años. Según los vecinos ella tuvo dos pérdidas por los maltratos de su marido.
Luego del crimen el asesino comenzó a tener una conducta extraña. Lucía callado, dejó de participar en los encuentro de softball en el barrio y a la gente que le preguntaba con ella, les respondía que se había ido de la casa con un transportista y que estaban viviendo juntos en Valencia, estado Carabobo. A otros le dijo que se había ido a Colombia con su amante.
Según las investigaciones que realizó el Cicpc, este sujeto abusó sexualmente de sus dos hijastras de 13 y 15 años, respectivamente a quienes embarazó. La primera tiene un bebé de 7 meses y la segunda uno de un año. Las obligó a decir que los padres de los pequeños fueron compañeros de estudio que las abandonaron cuando supieron que estaban en estado.
Una vecina de la zona contó que cuando ella barría el patio de su casa el hombre se molestaba, pues daba con el sitio donde enterró a la víctima. Ella siempre sospechó que algo sucedía, sobre todo cuando una de las adolescentes le pidió alojo en su casa, alegando que su padrastro las obligaba a ver películas pornográficas y que abusaba de ellas.
En el colegio en el que estudiaban, los profesores comenzaron a notar reacciones extrañas en las jovencitas. El Cicpc estuvo al tanto de la situación, cuando una persona realizó una llamada anónima a la División de Violencia contra la Mujer en el Cicpc.
La mujer fallecida estudió en la Misión Ribas y realizó un curso de manicurista. Se ganaba la vida limpiando casas de familia. Algunas veces limpiaba la maleza en el sector donde vivía. Según sus vecinos, cuando levantaron la casa, ella también cargó bloques. Algunos fueron testigos de los maltratos que sufría por parte de su pareja, debido a que le vieron mordiscos y moretones.
Este sábado, el Cicpc llevó al asesino hasta el lugar para indicara el lugar preciso donde enterró el cuerpo. Mienteas realizaban estas labores, hubo personas que le gritaban “asesino” y “violador”.