La obsesión por el poder “a cómo de lugar”, es una práctica cíclica y enfermiza de quienes irrespetando el juego democrático aspiran ponerse en el país que tiene la mayor reserva petrolera del planeta tierra
Aún es bueno recordar, para recuperar la memoria inmediata, algunos acontecimientos con guiones similares de lo que ocurre actualmente en el país, similares a los que ocurrieron en Venezuela desde que arrancó el proceso bolivariano liderizado por el presidente Chávez.
En las redes sociales corren consignas como “no abandonaremos las calles hasta que Maduro se vaya”, similares a las del 11 de abril del 2002 y el golpe petrolero del 2002-2003 que se lanzaron contra el presidente Chávez. No hay respeto, de parte de la oposición radical a las leyes del juego democrático y la jurisprudencia internacional.
Guión, actores
y escenarios
El delirio circular de la obsesión por el poder “a cómo de lugar”, es una práctica cíclica y enfermiza de quienes irrespetando el juego democrático aspiran ponerse en el país que tiene la mayor reserva petrolera del planeta tierra y entregarlas de nuevo a las compañías transnacionales que están provocando la extinción del planeta con la alta tasa de contaminación y sus efectos en el cambio climático.
Viejo cuento repetido
En el año 2000, en un programa con Vanessa Davis, habíamos advertido a tiempo el fenómeno paramilitar que poco a poco penetraría en Venezuela tomado de la mano del narcotráfico. Advertimos para ese momento la desconfianza que teníamos hacia el excalde Alfredo Peña y su mano derecha, el comisario Simonovis. Luego, un 8 de abril del año 2002, veníamos el líder afrodescendiente Jorge Veloz y yo de una actividad en Yaracuy y observamos cómo miembros del partido Primero Justicia estaban saboteando la refinería El Palito. Seguidamente, dos días después veríamos la gran marcha de la oposición para sacar a Chávez del poder, concretándose posteriormente con el golpe de Estado del 11 de abril de ese mismo año. Muchos inocentes murieron, hoy algunos están pagando en la cárcel esos asesinatos. Luego el paro petrolero encabezado por la denominada “nómina mayor” de la vieja PDVSA, aupada por la cúpula de los partidos de derecha, organizaciones no gubernamentales (ONGs) pagadas por la USAID del gobierno de EE. UU. y la CTV.
¿Seguirá la impunidad?
Las conspiraciones contra el gobierno bolivariano a lo largo de estos años a nivel nacional e internacional no han cesado, siendo el más reciente intento en las últimas elecciones presidenciales del 14 de abril del año 2013, que arrojó por disturbios provocados por la Mesa de Unidad de Democrática y sus líderes Henrique Capriles, Leopoldo López y María Corina Machado, un saldo de una decena de muertos aun en impunidad y sus autores intelectuales libres sin ningún tipo de castigo.
A menos de un año de ese intento fallido, esta vez se repite el mismo guión utilizando a un grueso sector estudiantil de las universidades autónomas sostenidas por el gobierno, pero controladas por la derecha, cuyos integrantes aspiraban para el pasado 12 de febrero que unas diez millones de personas en las calles se plantaran hasta que Maduro renunciara. De nuevo viejos y nuevos autores principales (Iván Carratú y Fernando Gerbasi), con supuesto dinero emanado del Departamento de Estado de EE. UU., pagándole a agitadores que no dudamos sean paramilitares y sicarios para cometer estos asesinatos, utilizando las mismas tácticas cuando, en mayo del 2004, ciento treinta paramilitares colombianos disfrazados de militares venezolanos estaban escondidos en la Hacienda Daktari del municipio Baruta, quisieron asesinar al presidente Chávez.
En menos de un año ahora esa misma oposición radical e irracional se corona con tres muertos más. Tres muertos del pueblo, dentro de ellos el líder popular Juan Contreras del sector 23 de Enero de Caracas, quien se suma las víctimas del 14 de abril, al líder indígena Sabino y a los cientos de dirigentes campesinos asesinados en estos 15 años de proceso bolivariano. ¿Se impondrá de nuevo la impunidad?
CHU-CHE-RÍAS
*** EL MOVIMIENTO SOCIAL AFROVENEZOLANO, en carta enviada a nuestra página dominical por Alexis Machado, Luis Perdomo, César Quintero, entre otros dirigentes afrodescendientes, “condenan los hechos acaecidos recientemente en varias ciudades del país, encabezados por sectores racistas y fascistas de la oposición venezolana que pretenden violentar nuestra constitución nacional. Nos solidarizamos con el presidente Maduro ante esta arremetida nacional e internacional contra el proceso bolivariano y la soberanía nacional. Condenamos el asesinato del líder comunitario Juan Contreras, símbolo de la nueva ciudadanía comprometido con los cambios sociales del país, así como también condenamos el asesinato de dos estudiantes, para lo cual pedimos castigo ejemplar”.
*** La Juventud Revolucionaria Afrodescendiente nos escribe expresando ahora más que nunca, como en el pasado, la juventud afrodescendientes de Venezuela debe asumir un rol mas protagónico y participativo en los sectores estudiantes, hacer más trabajo comunitario, social, político e ideológico para reconducir el proceso bolivariano que avance de una democracia participativa hacia una democracia revolucionaria, planteamientos que ya se lo hicimos llegar al Ministro de la Juventud, Víctor Clarke, quien por cierto nada tiene que ver con Clarke Kent ni Supermán.
La voz de afroamérica
Jesús Chucho García
e-mail:jesuschuchogarcia@hotmail.com