Leopoldo López, a quien el gobierno venezolano quiere aprehender por considerarlo instigador de violentas protestas, es un combativo antichavista que está privado del derecho de aspirar a cargos electivos por decisión de la justicia.
Con 42 años, López, cuya carrera política se vio forzosamente interrumpida tras una inhabilitación para ejercer cargos públicos que está por cumplirse en 2014, es uno de los tres dirigentes de la oposición considerados radicales.
Conocido por su ambición y su carácter confrontador, impulsa, bajo el lema «La Salida», la táctica de realizar protestas callejeras para forzar el fin del gobierno de Nicolás Maduro, algo que ha sido calificado de golpista por el chavismo.
Dicha estrategia también genera reticencias entre dirigentes de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), entre ellos su líder y excandidato presidencial Henrique Capriles, quien advierte que «las condiciones no están dadas para presionar la salida del gobierno».
En un claro desafío al gobierno, que allanó la vivienda de sus padres así como la sede de su partido Voluntad Popular, López anunció que marchará el martes hasta el Ministerio de Justicia para entregarse y «asumir esa persecución (…) de parte del Estado».
Inhabilitado
En 2008, López fue inhabilitado por la justicia para ejercer cargos públicos tras ser acusado de recibir, en 1998, recursos de la gerencia de Petróleos de Venezuela (PDVSA), que ocupaba su madre Antonieta Mendoza, para una fundación del partido opositor Primero Justicia, donde militó hasta 2006.
Antes de esa inhabilitación que culmina este año, López fue alcalde del municipio metropolitano de Chacao durante dos períodos (2000-2008), en los que también fue acusado de desviar recursos para el pago de empleados municipales.
López apeló a la Comisión y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH y Corte CIDH), y ésta última concluyó que debían ser restituidos sus derechos políticos.
Pero el gobierno mantuvo sobre López la prohibición de postularse a cargos de elección popular y truncó así su candidatura a la alcaldía metropolitana de Caracas en 2008 y su precandidatura presidencial en las primarias de la MUD en febrero de 2012.
Un liderazgo prometedor
Expulsado del partido Un Nuevo Tiempo, fundó en 2009 el partido de centroderecha Voluntad Popular. En diciembre pasado su Voluntad Popular obtuvo el mayor número de alcaldes para la oposición.
Nacido en Caracas el 29 de abril del 1971, casado y con dos hijas, López tiene estudios de Economía en la Universidad de Harvard y es amante de los deportes entre ellos la natación. A los 29 años ganó en 2000 con el 51% de los votos su primer período en la alcaldía de Chacao, el municipio más rico de Caracas. En 2004 fue reelecto con un apoyo del 81%.
En abril de 2002, fue uno de los políticos que llamaron a las manifestaciones opositoras de calle que derivaron en un golpe de estado que sacó brevemente del poder al entonces presidente Hugo Chávez.
Ahora, sus llamados a protestar en las calles para forzar «La Salida» del gobierno le valieron que Maduro lo responsabilice de los tres muertos y 66 heridos que dejaron las manifestaciones estudiantiles en Caracas el miércoles, cuando se registraron enfrentamientos entre estudiantes, fuerzas antimotines y grupos con distintivos del oficialismo.
Ese día, miles de estudiantes, acompañados por López y otros líderes de la oposición, marcharon contra la inseguridad, la inflación, la escasez de productos y la detención de universitarios en otras manifestaciones a inicios de febrero en el interior del país.
El gobierno afirma que la violencia fue resultado de «grupos de ultraderecha infiltrados» en las protestas con el fin de provocar «un golpe de Estado» en Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras en el mundo.
De concretarse su detención, López vivirá otro corte de su carrera política, una nueva «salida». AFP