Es el caso que personas de mal vivir, consumidores de drogas y alcohol han hecho de esta instalación su guarida y tanto en el día como en la noche acuden a cometer sus fechorías, de acuerdo a lo denunciado por dirigentes deportivos
El pasado fin de semana el estadio de fútbol menor “Erwin Fernández», de la urbanización Oropeza Castillo en Guarenas, fue víctima del hampa, cuando sujetos desconocidos abrieron un boquete en unas la ventanas de ladrillos de ventilación que daba acceso al cuarto del sistema hidroneumático del estadio y se llevaron una maquina desmalezadora perteneciente a la Fundación Liga Nacional de Futbol menor de Guarenas.
A las instalaciones deportivas en los actuales momentos se le están realizando unas reparaciones para estabilizar el terreno ya que presenta una falla de borde, obras que fue emprendida a través de Corpomiranda, lo que ha obligado a suspender las actividades deportivas parcialmente.
Es el caso que personas de mal vivir, consumidores de drogas y alcohol han hecho de esta instalación su guarida y tanto en el día como en la noche acuden a cometer sus fechorías. La Fundación Liga Nacional Fútbol Menor de Guarenas denunció el caso ante la Policía Municipal de Plaza para que realicen rondas de vigilancia tantos diurnas como nocturnas, pero hasta ahora sus directivos aseguran que no han recibido respuesta «ya que la policía no se aparece a ninguna hora y tememos que estos malhechores continúen destrozando la instalación, apropiándose de los pocos recursos que con mucho esfuerzo obtenemos».
-La Liga de Fútbol Menor hizo un un llamado al alcalde de Guarenas, Rodolfo Sanz, para que coordine a través del director de la Policía Municipal de Plaza, una estrategia que resguarde nuestras instalaciones y la seguridad de los deportistas que entrenan en el estadio después de las 5:30 p.m. hasta las 8:30 p.m, indicó Javier “Manito» Rivas, quien recordó que en las mesas de trabajo que en el mes de noviembre pasado se realizaron para actualizar la Ordenanza Deportiva del Municipio Plaza y una de las propuestas de la fundación fue la creación de una Policía Escolar Deportiva, que se encargue exclusivamente del cuido de las escuelas y las instalaciones deportivas existente como también de la protección de los niños y jóvenes que les dan uso.
«Es algo contradictorio, apunta Rivas, ya que las escuelas y las instalaciones deportivas durante el día son templo de enseñanza y de salud y recreación, y en las noches se convierten en cuevas de malandros y ladrones, por lo que es necesario actuar para resolver esta terrible problemática».