Más de un centenar de heridos y decenas de detenidos fue el balance que dejó ayer una nueva jornada de incidentes en distintos puntos de Venezuela en el marco del clima de conflictividad que vive el país desde hace una semana, de acuerdo con cifras de la oposición y de organismos no gubernamentales.
El diputado Miguel Pizarro, del partido opositor Primero Justicia, dijo a Efe que el número de heridos registrados ayer en todo el país asciende a 138, muchos de ellos producto de disparos y de perdigones, mientras que el total de detenidos llega a 89.
Los incidentes recrudecieron al caer la noche, especialmente en Caracas, donde un hombre identificado como Roberto González resultó herido de gravedad en el centro de la capital tras recibir un disparo con una escopeta de perdigones en la ingle, según informó su tío, Marcos González.
Pizarro denunció que durante la protesta en que resultó herido González «grupos armados salieron a disparar a mansalva contra los manifestantes ante la actitud pasiva de la Guardia Nacional».
El presidente de la República, Nicolás Maduro, indicó ayer que había recibido noticia de grupos de motoristas que se hacían pasar por chavistas en Caracas. Maduro desligó a esas bandas que se dedicaban a generar violencia de los colectivos afines al Gobierno y anunció que serían detenidos.
Venezuela volvió a vivir ayer otra jornada de furia que se saldó con la muerte de una reina de belleza en la ciudad de Valencia producto de una herida de bala en la cabeza, mientras el Gobierno reiteró sus señalamientos contra supuestos «grupos fascistas» que buscarían derrocarlo.
De acuerdo con la organización defensora de los derechos humanos Provea, las protestas se extendieron ayer a 11 de los 23 estados del país, con un saldo de «más de 100 detenidos» y 17 heridos por armas de fuego, a los que se suman un número indeterminado de lesionados por el impacto de perdigones y por aspirar gas lacrimógeno.
El coordinador general de Provea, Marino Alvarado, acusó a la Guardia Nacional de «realizar un uso desproporcionado de la fuerza» al disuadir las protestas y pidió al Gobierno abrir un «espacio de diálogo».
«Ha habido también una actuación muy activa de grupos paramilitares pro-Gobierno (…) en coordinación con los cuerpos armados del Estado», denunció Alvarado a Efe.
Al cumplirse ayer una semana del inicio de las protestas, las calles de las grandes ciudades de Venezuela fueron escenario de cortes de caminos y barricadas por parte de agrupaciones estudiantiles y manifestantes opositores al Gobierno.
El ministro del Interior, Miguel Rodríguez, llamó a los venezolanos a superar sus diferencias «en orden».
Los incidentes dejan hasta ahora al menos seis muertos en diferentes puntos del país, en una escalada de violencia después de que el pasado día 12 una marcha en Caracas terminó en disturbios. EFE