Armados con flores blancas, unos 500 estudiantes se reunieron este jueves para exigir el cese de la violencia desatada en las últimas dos semanas de manifestaciones, con saldo de cuatro muertos, y que los jóvenes atribuyen a grupos afines al gobierno.
La Plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes, fue el punto de encuentro de los manifestantes para hacer una oferta de paz simbolizada con flores blancas, sean margaritas, claveles o rosas.
Una leyenda de «SOS», salpicado de flores y banderas de Venezuela, fue formada por un grupo de jóvenes que, desafiando un sol inclemente, se tiraron en el pavimento mientras el resto guardaba minutos de silencio por cada una de las víctimas fatales de las protestas opositoras.
Esta concentración ocurre luego de que la noche del miércoles al jueves se librara la más intensa de las batallas callejeras desatadas hace una semana entre grupos radicales y fuerzas del orden, en Chacao.
«Ya va una semana (de protestas en Caracas) pero no estoy cansado, eso no existe. Estamos aquí para llamar al diálogo, a la reconciliación, es imposible vivir en estas condiciones, un país dividido es un país sin futuro», dijo a la AFP Alí de Castro, contador de 36 años.
Las protestas en Venezuela comenzaron hace dos semanas en la ciudad de San Cristóbal, para denunciar la ola de inseguridad que sacude al país y tras el intento de violación de una estudiante en la Universidad de Los Andes.
Desde entonces, las manifestaciones se han extendido por distintas localidades del país y en Caracas, que el 12 de febrero fue escenario de la mayor manifestación contra el gobierno de Nicolás Maduro, que asumió en abril de 2013.
Al reclamo por la inseguridad se ha sumado la denuncia de la crisis económica y la demanda de que se cese la represión policial y se libere a los detenidos, entre ellos el dirigente opositor Leopoldo López, uno de los principales promotores de las protestas.
El gobierno tacha las protestas de «golpe de Estado en desarrollo» de sectores de la oposición ligados a grupos conservadores de Estados Unidos y Colombia.
AFP