La polución es una preocupación creciente para los líderes chinos, que buscan desactivar un potencial malestar
La capital de China emitió por primera vez un alerta de emergencia de contaminación, en el que advirtió a los residentes que reduzcan sus actividades al aire libre y a los sitios en construcción que controlen el polvo debido a un pronóstico de fuerte smog para los próximos tres días.
La polución es una preocupación creciente para los líderes chinos, que buscan desactivar un potencial malestar debido a que los habitantes se manifiestan contra un modelo de crecimiento económico a cualquier costo que ha contaminado el aire, el agua y el suelo del país.
La severa contaminación en Pekín la ha vuelto “apenas apta” para la vida, según un reporte oficial publicado a principios de este mes y, pese a numerosas medidas destinadas a mejorar la calidad del aire en los últimos años, la capital aún sufre regularmente un smog sofocante.
La Oficina Municipal de Protección Ambiental de Pekín dijo en su página de internet que ha emitido una alerta amarilla, la primera usada en un sistema de codificación por colores revelado en octubre.
La advertencia, la segunda más grave en el sistema de cuatro colores, se dio incluso cuando las lecturas de partículas PM2.5, especialmente nocivas para la salud, no habían alcanzado aún los niveles más peligrosos ya registrados varias veces este año.
El fin de semana pasado, los niveles de las partículas PM2.5 llegaron a 500, según las lecturas de la Embajada de Estados Unidos en Pekín. La Agencia de Protección Ambiental estadounidense considera peligroso un nivel mayor a 300.
La falta de respuesta de las autoridades de Pekín el fin de semana generó fuertes críticas en los medios estatales.
El smog continuará durante tres días, advirtió el Gobierno, que instó a los residentes a utilizar el transporte público.
Agencias