El vicepresidente para asuntos financieros y económicos, Rafael Ramírez, dijo hoy que el Gobierno estima que el nuevo régimen cambiario que ha diseñado acabará con el mercado ilegal de divisas.
La nueva ley sobre el sector, que Ramírez dijo que explicará en detalle mañana, viernes, una vez sea publicada en la Gaceta Oficial, «era lo que estaban pidiendo» los empresarios.
«Bueno, aquí está. Nadie tendrá ahora necesidad de ir al mercado paralelo» ilegal, a no ser que sea por intereses «de orden político» y para «la desestabilización» del Gobierno, subrayó el también ministro de Petróleo en declaraciones a periodistas.
La nueva ley, que significa la derogación de la norma de Ilícitos Cambiarios, faculta el nacimiento de lo que Ramírez llamó «Sicad II», un mercado de libre compraventa de títulos, bonos y divisas en efectivo, procedentes tanto del sector privado como del público.
Este sistema generará una tercera tasa de cambio, adicional a la oficial de 6,30 bolívares por dólar, reservada para sectores básicos, y la que fluctúa en unos 12 bolívares por dólar y que es fruto de las subastas de divisas que el Gobierno oferta semanalmente en el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad).
«Si este fuera un Gobierno de derechas, pondría todo a una tasa de 80 o 90 (bolívares por dólar), pero no. Nuestro dólar barato (a 6,30 bolívares) seguirá orientado a satisfacer necesidades que, por la orientación de nuestro Gobierno popular, son las más sensibles para el pueblo», remarcó.
El objetivo final del «Sicad II», admitió Ramírez, apunta a «que el paralelo e ilegal baje» de los más de 80 bolívares por dólar al que ha llegado a cotizar en las últimas semanas.
«Creo que la existencia de mercado cambiario alternativo era un consenso entre todos los sectores económicos, tanto públicos y privados, que querían que existiera un instrumento como este», repitió el funcionario.
«Vamos a dejar que se vaya estableciendo (en este tercer mercado) una tasa de cambio que tenga algún sentido económico y no esa situación que estamos viviendo ahora», añadió en alusión a la cotización de más de 80 bolívares por dólar que el Gobierno achaca a la «guerra económica» que sostiene le ha declarado la oposición política y empresarial.
El Banco Central y la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), de la cual Ramírez es su presidente, también «participarán como oferentes (de divisas) en este mercado cambiario alternativo», lo mismo la banca pública y otras instancias estatales, detalló.
Pero, «en lo fundamental», se trata, dijo, de que los privados, «tanto personas naturales como jurídicas, cualquier ciudadano o cualquier empresa, pueda comprar y vender divisas entre sí», y no solo esperar a que el Gobierno saque al mercado las divisas que llegan al país por la exportación petrolera.
En ese sentido, Ramírez hizo hincapié en que Venezuela «es el único país del mundo que saca divisas para que las trasnacionales hagan sus operaciones».
Ello, evalúo, porque el «rentismo petrolero se les ha metido hasta a las trasnacionales que tratan de aprovecharse del dólar barato que tiene el Estado».
«Bueno, que ellas (las trasnacionales) también traigan sus divisas, que hagan sus inversiones en el país, y por la misma vía recuperen sus dividendos», exhortó tras tildar de «difícil que una trasnacional se vaya del país, porque el nuestro es un mercado en expansión». EFE