No son muy grandes ni no ofrecen una gran perspectiva de lo que hay afuera, pero las ventanitas de los aviones son lo único que nos conecta como pasajeros con el mundo exterior. Eso podría cambiar.
Una compañía estadounidense está construyendo un jet para pasajeros sin ventanas. Los diseñadores de la empresa Spike Aerospace piensan colocar en su lugar pantallas planas de video que reproduzcan lo que filman cámaras ubicadas afuera del avión.
Lo que parece un capricho tecnológico o una política para diferenciar su avión de otras aeronaves en el mercado responde en realidad a un problema que han enfrentado todos los diseñadores de aviones: esas ventanitas que nos parecen tan pequeñas como pasajeros no son un problema menor al momento de construir un avión.
«Se sabe desde hace mucho que las ventanas implican un desafío significativo para el diseño y construcción del fuselaje de una aeronave. Ellas requieren estructuras de soporte adicionales, obligan a agregar más partes al avión y aumentan el peso de la nave. Pero hasta hace poco no se podía hacer nada al respecto», dice la empresa en su blog.
Como un subterráneo
Ahora las imágenes filmadas por las cámaras en el exterior del avión podrían remplazar lo que uno ve por la ventana, con la ventaja de que los pasajeros podrán cambiar las imágenes y tener así nuevas perspectivas (si alguna vez usted se sentó en un asiento al lado del ala del avión habrá tenido esta necesidad de cambiar de imagen).
En el blog de la compañía, los lectores ya han comenzado a dejar sus sugerencias:
«Si no designan un sistema que permita mostrar todo tipo de contenido en esas pantallas estaré desilusionado. Pueden hacer que se vea como que los pasajeros están orbitando alrededor de la Tierra, o volando sobre la superficie lunar, o sobre un paisaje de ficción como Pandora de Avatar», escribió uno de ellos.
Pero no se espera que el jet sin ventanas, denominado S-152, despliegue sus alas hasta 2018.
Spike Aerospace añade que al retirar las ventanas de la ecuación la aeronave enfrentará menor resistencia aerodinámica, pero no todos están convencidos con la idea de un avión sin ventanas.
«No habrá luz natural, todo será simulado, por lo que será un poco como viajar en un vagón del metro», opinó el experto en ingeniería espacial y aeroespacial de la Universidad de Central Lancashire, en el Reino Unido, Darren Ansell.
¿Y cómo funcionará desde la perspectiva de la seguridad? Si hay un accidente, ¿cómo sabrá usted hacia dónde mira el avión y dónde han aterrizado cuándo las cámaras fallen?», se preguntó Ansell.
Otro lector del blog de la compañía planteó otras dudas menos traumáticas que un accidente aéreo pero muy importantes para algunos pasajeros:
«Para aquellos que sufrimos de cinetosis, o enfermedad del movimiento, y que deseamos -y necesitamos- mirar por la ventana para tener un marco de referencia que ayude a nuestro oído interno, ésta es una mala idea. Yo no volaría en esa clase de avión».
La carrera por la velocidad
Los ingenieros de Spike Aerospace, empresa que está basada en Bostón, no son nuevos en el mercado de lanzar ideas revolucionarias al aire.
En diciembre pasado la compañía anunció planes para construir el S-512, el primer jet supersónico para hombres de negocios.
El objetivo de este avión, cuyo costo asciende a US$80 millones, es trasladar hasta 18 pasajeros entre Nueva York y Londres en un tiempo no superior a las cuatro horas, entre dos y tres horas menos de lo que toman los vuelos actualmente.
La velocidad crucero de esta aeronave sería de Mach 1.6 y su máxima velocidad de Mach 1.8. Actualmente un Boeing 777-300 alcanza una velocidad crucero de Mach 0.8.
Otras compañías como Aerion y Gulfstream están compitiendo para producir jets supersónicos similares.
BBC