Cascadas de tuits, fotografías y videos caseros en vivo por internet: los venezolanos recurren a las redes sociales, conscientes del riesgo de manipulación, para informar e informarse sobre las violentas protestas contra el gobierno y ante la limitada cobertura que en el marco de una restrictiva ley ofrecen las televisiones locales.
A la escasa difusión de las protestas en canales locales, se suman las acciones contra las televisoras extranjeras que se difunden aquí por cable. La última de ellas es la amenaza del presidente Nicolás Maduro a CNN de bloquear sus transmisiónes por su cobertura que busca hacer pensar en una «guerra civil».
Twitter, Youtube, Facebook o Zello, una aplicación que permite usar los teléfonos inteligentes como walkie talkies, tienen un «papel fundamental debido a este silencio televisivo» para informar a la gente o convocar a las manifestaciones, que han dejado al menos cuatro muertos en las últimas dos semanas, indica a la AFP la socióloga Maryclen Stelling.
Los vecinos colocan cámaras en sus balcones y transmiten en vivo por internet los operativos policiales contra las protestas, que se registran casi a diario en ciudades como Caracas, San Cristóbal (oeste) y Valencia (centro-norte), mientras miles de tuits con reportes de diferentes zonas copan la red.
«Muchísima gente no ha ido a trabajar o ha suspendido actividades porque no tiene información (en los medios tradicionales) de lo que está y no está pasando en el país, por eso acuden a las redes sociales», explica el director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa.
Pese a que también circulan datos falsos o rumores que «generan más incertidumbre», la sed de información de los venezolanos -devenidos adictos a los teléfonos inteligentes- los empuja a monitorear casi compulsivamente las redes sociales.
«Yo me informo en Twitter principalmente y también veo CNN porque no hay medios de comunicación en Venezuela que cubran las noticias a cabalidad y cuando colocan información no hay una cobertura completa ni equitativa de lo que está pasando», criticó una joven abogada que prefiere no dar su nombre.
Entre la autocensura y la ley
Un día antes de la masiva manifestación de estudiantes y opositores en Caracas el 12 de febrero, que dejó tres muertos, el ente regulador de medios, Conatel, advirtió que sería sancionada la cobertura que «fomente zozobra», «altere el orden público» o «desconozca a las autoridades legítimamente constituidas».
Como consecuencia, las manifestaciones en varias ciudades del país no se transmitieron y la gente optó por enterarse de lo que ocurría yendo a las protestas, buscando en redes sociales o por cadenas internacionales como CNN o NTN24, que salió de las cableras ese día acusada por Maduro de causar «zozobra» entre la población.
El gobierno chavista, que constantemente critica a la prensa local e internacional, acusa a los medios de «manipular» la cobertura de las protestas, como se hizo durante el breve golpe de Estado de abril de 2002 contra el fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013), cuando se transmitieron animaciones.
Pero Correa sostiene que «la autocensura de los medios es evidente» porque la ley «se ha utilizado para poner sanciones muy duras a los medios», como la multa de más de dos millones de dólares en 2012 a Globovisión.
Para Stelling la «autocensura» o «silencio televisivo» también puede obedecer «a una responsabilidad social para no transmitir situaciones violentas que generen una escalada de violencia», como ocurrió durante el ‘Caracazo’ en 1989 cuando se difundieron los saqueos.
¡Fuera CNN y NTN24!
La amenaza contra CNN además implicaría una ventana menos para la oposición en Venezuela, que encara además una gran red de medios estatales, que Maduro heredó de Chávez, para difundir la gestión oficial en respuesta a ese «golpe mediático» de 2002.
La medida «es una amenaza directa que se inscribe en un patrón sistemático de hostigamiento (a los medios) que ahora incluye medidas contra los medios internacionales», afirmó Correa.
La semana pasada Maduro ordenó retirar «por decisión de Estado» de las cableras a NTN24, a la cual acusó de tratar de generar «zozobra» entre la población por su cobertura en vivo de los disturbios del 12 de febrero, y que optó por transmitir por Youtube.
Ambas cadenas, que han difundido algunos videos que circulan en las redes sociales en Venezuela, se han convertido en las principales fuentes de información para los venezolanos que tienen acceso a televisión por cable.
Las protestas contra la crisis económica, la inflación de 56,3%, la escasez de alimentos y la inseguridad se han multiplicado en varias ciudades donde cada vez se observan más pancartas que advierten:»¡Si los medios callan, que la calle hable!».