La política del hijo único se inició a finales de los 70 y principios de los 80 para frenar la superpoblación
PEKÍN. La ciudad de Pekín permite desde este viernes a las parejas en las que uno de los dos cónyuges no tenga hermanos tener un segundo hijo, informaron las autoridades locales de la capital china, una de las primeras divisiones del país que aplica la relajación de la controvertida «política del hijo único».
La medida fue aprobada el 28 de diciembre por el Legislativo chino, que ordenó a provincias, regiones y municipios del país que la aplicaran paulatinamente, lo que ya han hecho, antes de Pekín, la vecina ciudad de Tianjin y las provincias orientales de Zhejiang, Jiangsu y Anhui, cercanas a Shanghái.
Esta última ciudad, la mayor del país, ha anunciado que aplicará la ordenanza antes de mitad de año, junto a otras seis provincias y regiones de la treintena que hay en el país.
Antes de la relajación de la política, sólo aquellas parejas urbanas en las que ni el padre ni la madre tenían hermanos podían tener un segundo vástago, un requisito que ahora sólo deberá cumplir uno de los cónyuges.
Autoridades sanitarias y de planificación familiar chinas estiman que esta reforma hará que nazcan dos millones de niños chinos más cada año, lo que aumentará de siete a nueve millones la cifra total de nacimientos anuales.
La política del hijo único se inició a finales de los 70 y principios de los 80 para frenar la superpoblación, pero en los últimos años expertos y legisladores chinos han abogado por su relajación, debido a problemas como el rápido envejecimiento poblacional o la escasez de mano de obra.
Agencias