El sábado 22 de febrero pasado, se llevó a feliz término lo que se esperaba desde diciembre, por la declaratoria de la Parranda de San Pedro de Guatire y Guarenas, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, inspirada en el clamor del pueblo orgulloso por la obtención de este reconocimiento internacional.
Todas las Parrandas de San Pedro de Guatire, se reunieron, y sin mayor discusión, prevaleciendo el consenso, se decidió programarla y organizarla. Reunión tras reunión, rotadas en las diferentes sedes de las organizaciones sanpedreñas, se le dio forma, no faltó la activa participación e integración de las autoridades del Municipio Zamora, del Estado Miranda y el Gobierno Nacional; los medios de comunicación, las escuelas, diversas instituciones públicas y privadas tanto culturales, sociales y deportivas; y por supuesto la iglesia, unidos todos con el entusiasmo esperado, entendieron el significado del magno evento y que existen exigentes motivos para dejar a un lado la diatriba política.
Las circunstancias cambiaron desde el 12 de febrero, el ambiente nacional se complicó, y como venezolanos que somos, no dejamos de entender lo que pasaba y sigue pasando, había que tomar decisiones… muchas fueron las reacciones contrariadas y confusas recibidas, presiones incómodas; la incomprensión inmersa en un criterio subjetivo, cegó a muchos emitiendo opiniones hasta violentas y menosprecio a los responsables de la programación planteada, amenazas e inventos de saboteo, para que se llevara a cabo o no; todo acomodado a favor del interesado, repito, subjetivamente. Sugerencias de posponerla, así como de aliento a continuar tratándose de un acto en homenaje a la identidad cultural de Guatire, al sentir de una población que ama la Paz, que a pesar de su condición guerrera, demostrado en su propia historia que registra la defensa sus ideales, logró alzarse y convertirse en un referente del Estado Miranda; aquí se escenificó la Batalla de El Rodeo; por un alzamiento se le negó su Plaza Bolívar; su título de Villa Heroica es otorgado por darse en su territorio el Primer Grito de Viva la Federación; es cuna de prodigiosos músicos al punto de considerársele “La Cuna Musical de Venezuela”, relevantes políticos; tiene Tambores de San Juan, la Parranda de San Pedro, Niño Jesús; su Patrona es la Santísima Cruz y muchas tradiciones importantes que hacen distinguirla en el mapa del territorio nacional.
Dos días antes, con la responsabilidad que ameritaba el momento, las Parrandas se reunieron con la finalidad de evaluar conjuntamente con las autoridades policiales el status y condiciones de factibilidad en poder continuar la programación, concluyendo unánimente, que se haría, se ratificó obviamente tomando las previsiones necesarias y recomendaciones en caso de surgir una eventualidad de contingencia no deseada. Y así fue, pasó lo esperado, lo deseado; la Misa fue una de las más hermosas realizadas en la historia sanpedreña, cantada por el Orfeón “Régulo Rico” del CEA, los asistentes mantuvieron el civismo que los caracteriza, recorrieron las calles sin contratiempo alguno, y al final, los sanpedreños junto a los presentes terminamos abrazados y cantando el Himno Nacional, para cubrir lo acordado con motivo de la Declaratoria como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se cumplió el objetivo.
La firme respuesta que tuve como sanpedreño en cada momento al escuchar y leer cualquier comentario, fue: TODO, DEPENDE DEL CRISTAL CON SE MIRE; una reflexión del poeta español Ramón de Campoamor que no deberá perder vigencia; cada día necesitamos pensar en ella. Dice la estrofa completa: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”, y simplemente se refiere a la posición que tiene cualquier ciudadano ante una situación o posición ideológica, prevaleciendo la subjetividad definida en muchas bibliografías, permitiéndome combinar varias de ellas, como el “factor primario para toda verdad y moralidad a la individualidad psíquica y material del sujeto particular y que limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga principalmente según su «Entendimiento» entendimiento y en consideración a su realidad específica entorno e interacción social, entendida no como un hecho «externo» sino como parte constitutiva del sujeto, es decir, afirma que el conocimiento sólo es posible de manera limitada, antes que objetiva como una manera de sostener la realidad, que la naturaleza de las cosas sólo se le domina obedeciéndola, que el propósito moral de la vida es la búsqueda de la propia felicidad o el interés propio racional”.
Cuando se está inmerso en actividades institucionales con la participación de ideales diversos, y existen actividades comunes a desarrollar, se debe ser objetivo, respetando el derecho de cada quien a expresarse de acuerdo a sus ideales, sentimientos y emociones; a oponerse o defender lo que le toque o considere, pero siempre en el momento y escenario adecuado para ello.
De acuerdo al cristal con que miremos, hoy gozamos de una declaratoria como patrimonio de la humanidad, que nos pertenece a todos sin distingo alguno, y ese fue el motivo de celebración del día 22 de febrero, Día de la Cátedra de San Pedro. Ese es el cristal por donde lo miré.
* Coordinador General del Centro de Educación Artística, CEA, de Guatire
Miguel Alciro Berroterán