ROMA — Matteo Renzi prestó juramento ayer como el primer ministro más joven de Italia al frente de un nuevo gobierno que promete una nueva era de estabilidad, después de orquestar el desplazamiento de un correligionario demócrata al que consideraba demasiado tímido como para encarrilar la nación.
El principal desafío de la amplia coalición que asumió el cargo el sábado es una economía debilitada que apenas ha comenzado a mostrar señales tentativas de recuperación después de años de estancamiento, con un desempleo entre los jóvenes de un 40 %. El ambicioso Renzi, de 39 años, dejó su cargo como alcalde de Florencia para asumir la responsabilidad mayor.
AP