El expresidente estadounidense Jimmy Carter envió cartas al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y al líder opositor Henrique Capriles para expresar su preocupación por la escalada de violencia que vive el país, dijo hoy a Efe una fuente del Centro Carter en Caracas.
La fuente evitó detallar el contenido de las misivas, al defender que se trata de «cartas privadas», aunque desde la sede de la institución en Atlanta se difundió un comunicado que señala que el expresidente se encuentra preocupado por «la pérdida de vidas humanas» en Venezuela.
«El presidente Carter (…) espera que los venezolanos puedan activar sus propios mecanismos de diálogo y colaboración para hacer frente a los problemas que enfrenta el país», señaló el comunicado, que remarca además el respeto del expresidente por «el derecho a la protesta pacífica».
Al mismo tiempo, negó que Carter esté planeando mediar entre el Gobierno y la oposición, como habían reseñado algunos informes de prensa.
Carter tenía previsto de forma previa al inicio de las protestas una visita a Venezuela como parte del trabajo del Centro Carter para eliminar la enfermedad denominada «ceguera del río» del hemisferio occidental, así como para dar seguimiento al trabajo de la institución en el país, dijo el Centro Carter.
La fuente del Centro Carter en Venezuela dijo que el viaje estaba previsto para abril, pero que ahora queda sujeto a cómo evolucionen las protestas que desde hace ya dos semanas se repiten en distintos puntos del país con un saldo de 15 muertos.
Carter ya ofició como mediador de un diálogo en Venezuela tras el fallido golpe de Estado contra el ahora fallecido presidente Hugo Chávez en abril del 2002 y el Centro Carter ha actuado como observador electoral en el país.
La preocupación de Carter por Venezuela se enmarca dentro de una serie de protestas que comenzaron el pasado día 12 como una marcha pacífica de estudiantes y opositores al Gobierno y que rápidamente derivó en incidentes.
El Gobierno ha respondido denunciando un intento de golpe de Estado en su contra liderado por figuras de la oposición y financiado desde el exterior, mientras que las filas opositoras han acusado a Maduro de reprimir la protesta social y de violar los derechos humanos. EFE