*El gremio debe unirse y dar ejemplo de civismo. Ser portavoces del llamado a la paz, no desde sus intereses y miserias, si no desde su corazón. Todos tenemos derecho a opinar y Venezuela no es un país ajeno al mundo, al contrario, forma parte importante de la llamada globalización y debemos ser agradecidos por la preocupación que existe desde afuera, a nuestra nada virtual crisis de seguridad, abastecimiento y valores
La marcada división que existe en el país, ha venido salpicando nuestra farándula como lo hemos reseñado en varias oportunidades.
El odio no solo destruye a su paso relaciones y crea un ambiente hostil, también hace imposible toda posibilidad de acuerdo y reconciliación. Desafortunadamente la tendencia política ahora marca la pauta de quién es mejor o peor artista, cuando eso debe demostrarse en las tablas, el cine y la televisión. De hecho, nuestro actual presidente Nicolás Maduro, subestima a las estrellas nacionales e internacionales que han fijado posición al respecto y aplaude, apoya y muestra los rostros de los llamados “artistas socialistas” con orgullo en sus actos proselitistas…
El respeto se gana
Y aunque las comparaciones siempre son antipáticas, la diferencia entre uno y otro no es su ideología, sino por su calidad humana y profesional. Aquí y en cualquier sitio, existe público para todos y cada quien es libre de elegir y apoyar a los artistas de su preferencia, sin importar credo, raza o ideología. Subestimar a cualquiera, es una demostración de insensatez, inmadurez y falta de sensibilidad social.
El respeto se gana, no se exige y mientras para el llamado socialismo, la opinión de Ricky Martin o Cher es irrelevante o “una campaña orquestada desde el imperio” para otros es inaudito que él le dé crédito en cambio a Maradona, quien fue un ídolo del deporte, pero también un mal ejemplo para la juventud por su conocida adicción a la cocaína. Si Diego Armando Maradona tiene derecho a opinar y apoyar al actual régimen, ese mismo derecho entonces le asiste a Madonna o a cualquiera de los artistas que se han pronunciado por la paz.
El gremio debe unirse
Igual caso sucede con nuestras estrellas criollas ¿Qué diferencia marca la opinión de Norkys Batista a la de Winston Vallenilla? ¡Ninguna! Ambos son venezolanos y tienen el mismo derecho de opinar lo que deseen, siempre en el marco del respeto, la igualdad y sin exigir ninguno de los dos lo que no dan. El ejemplo comienza por uno mismo y debemos es preocuparnos todos por exigir una mejor calidad de vida, seguridad e igualdad y no alimentar aún más el odio con acciones y comportamientos privilegiados, que crean un ambiente de conflicto, que nada ayuda en estos difíciles momentos.
Eso es el socialismo y es la democracia. El gremio debe unirse y dar ejemplo de civismo. Ser portavoces del llamado a la paz, no desde sus intereses y miserias, si no desde su corazón. Todos tenemos derecho a opinar y Venezuela no es un país ajeno al mundo, al contrario, forma parte importante de la llamada globalización y debemos ser agradecidos por la preocupación que existe desde afuera, a nuestra nada virtual crisis de seguridad, abastecimiento y valores, donde ahora marca la diferencia entre unos y otros, es su tendencia política o ideología.
Sumar y no restar
Tanto Roque Valero, El Porto Álvarez, Omar Enrique, Daniel Alvarado por un lado y Norkys Batista, Amanda Gutiérrez, Daniela Alvarado y Kiara por solo nombrar a algunos como ejemplo, han recibido y recibirán siempre apoyo en estas páginas, que son y serán ventana para promocionar y dar a conocer sus logros y planes artísticos.
Subestimar de mi parte u obviar un logro de alguno de ellos por su color político, me dejaría a mi muy mal parado como columnista. Debemos sumar y no restar y menos subestimar las opiniones de nadie, porque siempre cuando eso sucede, quien queda muy mal parado no es la “víctima”, si no el “victimario”… ¡Paz señores!
Muerde aquí
Diego Kapeky
Twitter: @diegokapeky