Así, de improviso, se nos ha ido despedazando el país con muchos responsables identificados entre un gobierno magnánimo gracias al combustible divino y un liderazgo opositor sumido entre sus propias contradicciones
Se acaba el tiempo de las excusas, los manipulaciones y la jerga fantasiosa, se angustia el gobierno. Inevitable episodio.
El tiempo, el implacable, produce natural desgaste. Pasa facturas.
Ya es década y media tratando de gobernar con el condimento ideológico de la sinrazón, entre desvaríos, ambigüedades y pretextos populistas que -es cierto- abrieron los ojos a mucha gente pero sin el logro fundamental, que es el bienestar colectivo.
El trampolín de un gobierno que se acercó a los pobres para crear justicia social, igualdad y bienestar no parece en capacidad de garantizar esa oferta porque el aspecto más álgido de un país, la economía y el manejo inadecuado de las finanzas públicas salpicada de una corrupción sin límites, hacen prácticamente imposible cumplir la misión. Se agudiza la escasez, se mutila la productividad, los servicios públicos son un caos que siempre tienen explicaciones incoherentes vinculadas con el sabotaje, el imperio, la flora y la fauna.
El sol pega
en la espalda
Lo bueno y lo poco que se pudo hacer en medio de ese abundante chorro de petróleo es opacado por un continuismo que asfixia. El hampa montó su propia república. La persecución y el ensañamiento comenzaron a ser un denominador común que favorece a unos y oprime a otros. Para sumar más peso a la ya vieja barcaza que navega en mar picado, un lenguaje desmedido que agrede e insulta al adversario apoyado en poder circunstancial pero bajo la creencia de que es eterno, da poco espacio para el diálogo y la rectificación. Y tampoco genera confianza.
No tenemos duda que a esta forma de gobernar le hubiera ido mejor si creyera en la alternabilidad, ello quizás le habría facilitado la oportunidad de la enmienda, el regreso triunfante, pero el sentimiento absolutista fue mas profundo y en esta hora el sol pega en la espalda. Han sido catorce años diseñando y ajustando un traje a la medida que ha permitido comprar conciencias, exacerbar el morbo de la adulancia de los oportunistas del momento, del gravitar de algunos empresarios de la cuarta y de la quinta que sin la mejor desvergüenza se han puesto un trapo en la boca para callar lo que es imposible ocultar. El negocio aunque se tenga ya mucho, es mas importante. La patria, no. Todo este desbarajuste de inmoralidad creó una nueva clase social. La boliburguesía pulula con patente de corso y se fortalecieron las tribus judiciales, pero con un ingrediente mas pernicioso que el de la cuarta: al servicio de intereses particulares y del gobierno constituyendo una combinación repugnante. Los poderes dejaron de ser autónomos, pero sumisos. El decoro y la dignidad comenzó a tarifarse. La soberanía alimentaria pasó a ser un gran negocio y las misiones perdieron su esencia bajo la inescrupulosidad galopante. La propiedad privada fue atacada sin compasión. El petróleo dejó de ser una industria para convertirse en una telaraña ilimitada al servicio de la ideología anacrónica incapaz de gobernar, pero poderosa para alienar.
Se despedaza el país
El despertar de la conciencia del pueblo que merecidamente era una deuda que tenía la democracia con su gente, pasó inadvertido en medio del efectismo populista donde el pan y circo han dado enormes resultados y mantiene hipnótica a un importante sector de la población que sumido en sus limitaciones no tiene aún la percepción de visualizar que el camino está minado de abismos impensables para todos, porque se hizo caso omiso al adagio asiático de la enseñanza de la pesca.
Así, de improviso, se nos ha ido despedazando el país con muchos responsables identificados entre un gobierno magnánimo gracias al combustible divino y un liderazgo opositor sumido entre sus propias contradicciones. Tanto dio el cántaro al agua que la propia sociedad civil decidió desbordar su impotencia reprimida para tomar la calle y reaccionar de manera espontánea. Con violencia o no, frente a las voces hipócritas que hacen el cumplido de llamar a la paz, la realidad en la calle es cruda y ha lucido hasta incontrolable. Se ha llegado a todo esto con descaro, con impunidad, con arbitrariedad que desconocen leyes y actúa cual hegemonía del pasado pasando por encima a la constitución por la que tanta alharaca hubo.
La situación sin duda es de cuidado. El poder siempre tiene las de ganar, pero el uso desmedido de la fuerza, la crueldad de la reprimenda y un manejo inoportuno de la situación que reclama sensatez, sindéresis y apertura puede terminar de complicar la ya de por si delicada situación. No estamos graficando al Titanic ni escribiendo el epitafio del gobierno pero, parafraseando a Beto Perdomo, esto está feo… muy feo.
ARENA Y CAL
**** LA LLAMADA reunión por la paz da para varias lecturas. Curiosa la postura amenazante de Aristóbulo advirtiendo que gracias a contar hasta diez se ha evitado lo peor. Es decir se trató de un encuentro donde estuvo escondido el famoso puñal perfumado.
**** HAY MALESTAR dentro de la alianza opositora por la actitud de algunos ante sus posiciones ambiguas para preservar sus espacios. Se habla peyorativamente de que es mejor ser guarimberos que guabinosos.
**** LA CONSEJA es la misma. Habrá que sentarse y convenir. Una buena señal es abrir las puertas de la prisión y dar señales de convivencia. Es absurdo, que en medio de este candelero, ni siquiera se hagan intentos por apaciguar los ánimos. Bien lo dijo Capriles, se busca apagar el fuego, pero con gasolina.
**** ALEJANDRO ANDRADE, quien forma parte de esa nueva clase social venezolana de las que nos referíamos en el comentario editorial, es el patrocinante principal de un campeonato mundial de ecuestre en Wellington, Florida. Qué buena falta hacen esos capitales en un país donde no se consigue nada.
**** JORGE ROIG y Lorenzo Mendoza advirtieron al Presidente de que le están engañando. En tiempos oscuros es bueno verse el ombligo.
**** CARNAVAL. Se presagia un carnaval atípico. A prueba la convocatoria opositora frente a la astucia del gobierno. Veremos si el país en verdad cambió y decidió posponer la diversión por el objetivo de buscar una salida.
**** LA HABILIDAD de Roy Charderton impidió la revisión de la situación venezolana en la OEA, pero Panamá seguirá insistiendo. A esta moción se pueden sumar otros si la situación tiende a complicarse. Semana importante, esta de carnaval y asueto… en el camino se puede caer caretas
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Jairo Cuba