La defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, indicó hoy que han recibido 43 denuncias contra la Guardia Nacional por uso desproporcionado de la fuerza y destacó que no tienen denuncias de torturas y sólo han recibido un reporte del Tribunal Supremo (TSJ) de un caso bajo investigación.
«La Defensoría del Pueblo ha recabado 43 denuncias de abuso o uso desproporcionado de la fuerza que están investigándose», indicó Ramírez al canal estatal VTV, al puntualizar que el «tema de torturas» se ha «banalizado» diciendo que hay casos de este tipo de comportamiento.
«Estas denuncias nosotros no hemos podido recabarlas», señaló Ramírez.
La defensora señaló que el TSJ les reportó un caso que es «el joven que denunció en el estado Carabobo», en alusión a un estudiante que denunció haber sido violado con un fusil mientras estaba detenido por la GNB.
«Ese está investigándose», indicó la defensora.
Ramírez aseguró que se han dirigido a varias organizaciones no gubernamentales que supuestamente habían denunciado casos de torturas, pero estas les dijeron que no tenían casos concretos.
Por otra parte, señaló que hay un policía de Mérida imputado por haber tirado perdigones contra una protesta desde una distancia muy cercana.
La oposición denunció días atrás 18 casos de torturas en expedientes judiciales de personas detenidas en protestas, así como 500 denuncias por «represión brutal», en palabras del líder opositor Henriqe Capriles.
El Gobierno ha insistido en que en Venezuela no se tortura y pidió a la oposición que le enviaran los casos que tuvieran registrados.
La defensora insistió hoy en que en los casos de abuso policial «las personas reportan haber sido aprehendidas de manera violenta, pero, bueno, estamos hablando de focos violentos también», agregó.
Ramírez pidió no generar una campaña contra la GNB, porque es el cuerpo que está «dando la garantía de la protección», y en muchas ocasiones estos guardias son recibidos «con botellazos, con objetos contundentes».
En ese sentido, afirmó que hay 40 efectivos de la GNB que han sido heridos en las protestas. EFE