Zico, figura de la selección brasileña en los años ochenta, goleó hoy de nuevo en el sambódromo de Río de Janeiro, al coronar el desfile de una escuela de samba en la noche grande del carnaval, que se vistió de fútbol a tres meses del inicio del Mundial.
El exjugador, que ayer cumplió 61 años, atravesó el sambódromo en lo alto de la última carroza del desfile de la escuela Imperatriz Leopoldinense, que dedicó por entero su desfile y su canción de samba a la vida del delantero.
Vestido con una casaca roja y negra, los colores del Flamengo, su equipo de toda la vida, Zico entró en el sambódromo encima de una corona que giraba como un carrusel y que lo obligaba a bailar continuamente.
EFE