Carlos Armando Figueredo
Navegando por Internet, encontré en Wikipedia la siguiente definición de guerra asimétrica:
“La guerra asimétrica es un conflicto violento donde existe una gran desproporción entre las fuerzas tanto militares como políticas de los bandos implicados, y que por lo tanto obliga a los bandos a utilizar medios fuera de la tradición militar común. Entre estos medios se cuenta la guerra de guerrillas, la resistencia, toda clase de terrorismo, la contrainsurgencia, el terrorismo de Estado, la guerra sucia o la desobediencia civil.
En la guerra asimétrica no existe un frente determinado, ni acciones militares convencionales. Por el contrario, se basa en combinación de acciones políticas y militares, implicación de la población civil y otras operaciones similares.
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_asimétrica
En los tiempos de Chávez, éste decía que Venezuela libraría una guerra asimétrica contra los Estados Unidos, en caso de una intervención militar norteamericana. Lo decía porque en el fondo sabia que nunca habría tal intervención. Las acciones planteadas para una supuesta guerra asimétrica no eran las que tal guerra requiere. Todo lo contrario, aumentó la adquisición de toda clase de armamentos de los que usualmente se requieren para una guerra convencional que ni siquiera contra un país vecino Venezuela tendría posibilidades de vencer.
Ocurre ahora que los estudiantes y parte inmensa de la sociedad venezolana sí está practicando una guerra asimétrica, sin armas, contra la represión criminal de la Guardia Nacional, del Sebin y las fuerzas paramilitares del gobierno. Todo indica que la guerra asimétrica aplicada por las fuerzas democráticas tiene posibilidades de triunfar. Ejemplo claro de ello lo tenemos en el Estado Táchira, donde el propio gobernador Vielma Mora parece estarse dándose cuenta de los graves errores que comete el gobierno enfrentándose a los gochos como si fueran fuerzas militares de un país enemigo.