Un sargento de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y un motorizado fueron asesinados, según la versión oficial “cuando apartaban barricadas” en las adyacencias de la avenida Francisco de Miranda
Durante la mañana de este jueves, un grupo de motorizados pertenecientes a colectivos increpó de manera violenta –según testigos y vecinos de Los Ruices-, a manifestantes que mantenían parcialmente obstruida la avenida Francisco de Miranda, lo que desencadenó una serie de hechos que acabaron con la vida de dos personas: un supuesto integrante de un colectivo y un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Según habitantes de los edificios cercanos al lugar de los sucesos, los motorizados comenzaron a quitar unas barricadas que habían en la zona, al tiempo que presuntamente insultaban a quienes mantenían la protesta. Esto motivó un enfrentamiento, del que tomaron parte vecinos de los apartamentos cercanos, quienes comenzaron a lanzar objetos contundentes contra los integrantes de los colectivos.
La tensión entre ambos grupos derivó en una confusa situación en la que se comenzaron a escuchar disparos, los cuales ocasionaron la muerte a un motoxista y de un efectivo de la GNB. Posteriormente, un numeroso contingente de orden público de la policía militarizada tomó toda la zona con efectivos y blindados antimotines.
Las víctimas
El funcionario de la GNB fue identificado como el sargento segundo, Acner Isaías López Lyon, de 25 años, quien fue ingresado a la Policlínica Metropolitana y murió cuando era intervenido quirúrgicamente. El otro asesinado fue José Gregorio Amaris Cantillo, de 25 años, perteneciente a la Fuerza Motorizada de Petare, quien fue llevado hasta el hospital Ana Pérez de León donde lo operaron pero luego falleció producto de la herida de bala que lo impactó.
Los destrozos
Una motocicleta de la GNB y un vehículo particular fueron incendiados en los hechos. Adicionalmente, efectivos de seguridad practicaron, al menos un par de detenciones en edificios de la zona. Un grupo de motorizados intentó ingresar de forma violenta a los edificios, incluso pidiendo “autorización” a miembros de la GNB para entrar a los apartamentos “y acabar con esos escuálidos”.
Llama la atención que este suceso ocurre luego del llamado que realizara el miércoles el presidente de la República, Nicolás Maduro para que el pueblo chavista saliera a las calles a «apagar candelitas», en referencia a las protestas que desde hace cerca de un mes se han venido dando en distintas zonas del país.
En el lugar se hicieron presentes comisiones de la Policía de Sucre, Paramédicos y Bomberos, además del presidente de la Fuerza de Motorizados, Ricardo Vargas; el comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana, mayor general Justo Noguera y el viceministro de Política Interior y Seguridad Jurídica, José Vicente Rangel Ávalos.
Hacen de las suyas
Ante los gritos y cacerolas de los residentes, los grupos armados empezaron a lanzar objetos contundentes a los edificios, generando la misma respuesta desde los apartamentos. Según denuncias de la comunidad, los violentos realizaron estas acciones ante la vista indiferente de los efectivos de la GNB y la PNB.
De igual manera, reporteros que se encontraban en el sitio fueron sometidos a amenazas por parte de los integrantes de los colectivos, quienes aseguraban que si continuaban tomando imágenes de los hechos “les iban a partir las cámaras con un tubo” que tenían en sus manos.
Pronunciamiento oficial
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, en una entrevista concedida a diversos medios televisivos, aseguró que los dos fallecidos fueron alcanzados por los disparos de un francotirador desde un edificio. “Fue asesinado por un francotirador un motorizado cuando limpiaba una barricada y un guardia nacional acaba de ser asesinado en Los Ruices”, dijo.
Cabello indicó que “el motorizado estaba recogiendo los escombros y el guardia nacional también. Ambos muertos con un sólo disparo de un francotirador desde un edificio (…) Un grupo de motorizados se paró a recoger la basura y les dispararon”, detalló.
Shirley Zambrano