Estudiantes y opositores vuelven a desafiar al gobierno este miércoles con una marcha por el centro de Caracas, prohibida por Nicolás Maduro y que podría coincidir con una manifestación chavista, en el marco de la tensión que vive Venezuela desde hace más de un mes y que será analizada por Unasur.
Bajo el lema «Movimiento estudiantil marcha contra la impunidad», la movilización está promovida por dirigentes estudiantiles como Juan Requesens, de la Universidad Central, y dirigentes políticos opositores, entre ellos la diputada María Corina Machado y el alcalde de la Gran Caracas, Antonio Ledezma.
La protesta opositora busca llegar hasta la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas, donde podría cruzarse con otra marcha estudiantil, pero del oficialismo, convocada por el ministro de Educación Héctor Rodríguez bajo el lema «por la paz y por la vida».
Los oficialistas cuentan con el aval de la alcadía Libertador; sobre los opositores pesa la prohibición de Maduro para manifestarse mientras la oposición «se niegue a dialogar».
Este miércoles se cumple un mes de manifestaciones opositoras en Caracas, algunas de ellas con decenas de miles de personas, que tuvieron como reclamo inicial la inseguridad que sacude a Venezuela y que ahora suman denuncias contra la inflación de 56% anual, la escasez de productos básicos, la represión de los cuerpos policiales y la detención de activistas.
Las protestas, iniciadas el 4 de febrero en la ciudad de San Cristóbal (oeste) por estudiantes que se manifestaron luego del intento de violación de una estudiante, se han extendido a distintas localidades y dejan hasta el momento 21 muertos y centenares de heridos en distintos hechos violentos.
Pugna por el centro
«No los voy a dejar entrar (al centro). Sé que vienen con un plan violento (…) sería un loco si lo permito», advirtió el presidente durante el estreno de su programa radial «En contacto con Maduro» al referirse a la marcha opositora.
Al menos tres manifestaciones opositoras han buscado transitar recientemente por el centro de Caracas, pero han sido bloqueadas con fuertes dispositivos de seguridad. «Se lo decimos muy claro al país: el miércoles llegaremos a la Defensoría del Pueblo y no habrá piquete que valga, siempre bajo la lucha no violenta», desafió el martes el líder estudiantil Carlos Vargas.
Los opositores exigirán la renuncia de la defensora del pueblo Gabriela Ramírez, quien la semana pasada subrayó la necesidad de investigar y distinguir los casos de maltrato y tortura policiales en las protestas, algo interpretado por algunos medios locales como un respaldo a violaciones de derechos humanos.
«La marcha del día de hoy está sustentada sobre la gran mentira de que yo avalo o soy cómplice de torturas. Es una mentira», dijo Ramírez en declaraciones a Unión Radio al señalar sin embargo que está abierta al diálogo y se comprometió a enviar una comisión a algún punto de la marcha.
Por su lado, la marcha oficialista tendrá distintas expresiones, como un concierto y homenajes al fallecido expresidente Hugo Chávez, y llegará a la sede de la Fiscalía General, donde el pasado 12 de febrero, tras la primera gran movilización opositora, se desató una balacera que dejó las dos primeras víctimas mortales.
Discusión en la Unasur
El caso de Venezuela ha sido discutido en foros internacionales como la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, mientras que en la OEA Panamá propuso sin éxito una reunión de cancilleres, lo que desató la condena de Maduro y condujo a la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con ese país.
En contraste, Venezuela dio su beneplácito a un encuentro de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas este miércoles en Santiago -a la que asiste el canciller Elías Jaua- que buscará promover el diálogo entre las partes en conflicto.
«Bienvenida la comisión que elija Unasur para venir a acompañar y a fortalecer el proceso de diálogo nacional», precisó Maduro el martes.
Las protestas han sido acompañadas de enfrentamientos callejeros en el opositor municipio de Chacao (este de Caracas), donde al caer la noche grupos de encapuchados bloquean las calles con barricadas en llamas y se enfrentan con piedras y bombas incendiarias a las fuerzas del orden, que responden con gases lacrimógenos y perdigones.
Analistas han señalado que estas protestas están lejos de conducir a la salida del gobierno de Maduro, como reclama el dirigente opositor Leopoldo López, uno de los promotores de las marchas y quien desde el 18 de febrero está en una prisión militar a la espera de juicio, acusado de incitar a la violencia.
«Es muy prematuro hablar de la caída del gobierno. Las protestas han conseguido desgastar la imagen del gobierno, lo han expuesto ante la opinión pública nacional e internacional», comentó a la AFP el politólogo John Magdaleno.
La diputada Machado y el alcalde Ledezma han confirmado su participación en la marcha opositora, que se espera sea replicada en otras ciudades, mientras que el líder opositor Henrique Capriles ha manifestado su apoyo, sin confirmar su asistencia.