Los cancilleres de la Unasur se reúnen este miércoles en Santiago de forma extraordinaria para tratar la crisis política en Venezuela, buscando concretar una comisión de diálogo entre la oposición y el gobierno de ese país.
Promovida por Venezuela, en contraposición al debate que convocó por Panamá en la Organización de Estados Americanos (OEA) -organismo que incluye a Estados Unidos y Canadá-, la reunión se realiza en Santiago aprovechando las ceremonias de investidura presidencial de la socialista Michelle Bachelet, que se realizaron el martes.
En el encuentro, los 12 países que conforman la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) intentarán concretar una instancia de diálogo entre el gobierno de Venezuela y la oposición que tenga por objetivo detener la ola de protestas en ese país que dejaban 21 muertos en un mes de disturbios.
«No queremos tener solo una declaración, sino que con algún tipo de alternativa que ayude en esta dirección del diálogo político entre el gobierno, entre la oposición, entre los distintos sectores en ese país hermano», dijo este miércoles a periodistas el nuevo canciller chileno, Heraldo Muñoz.
«Siempre Chile tratará de ser un país puente, un país que ayude a la concordia, al consenso», agregó el ministro anfitrión de la cita, que se realizará a partir de las 16H30 locales (19H30 GMT).
El objetivo del encuentro de cancilleres, según afirmó el martes la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, es formar una comisión que ayude al diálogo en Venezuela.
«Los presidentes ordenaron a sus ministros de Relaciones Exteriores celebrar una reunión para crear una comisión que pueden integrar representantes de toda la región, y hacer la interlocución para la construcción de un ambiente de acuerdo, consenso y estabilidad en Venezuela», dijo Rousseff a periodistas en Santiago.
Ecuador, en tanto, espera que en la reunión se manifieste un apoyo «irrestricto al orden constitucional y al Gobierno legítimamente electo» de Venezuela, según afirmó el mandatario de ese país Rafael Correa.
A la cita asistirá el canciller venezolano Elías Jaua, quien viajó a la investidura de Bachelet en reemplazo del presidente Nicolás Maduro, que a última hora suspendió su viaje a Santiago.
Al arribar el martes a Santiago, Jaua aseguró que el gobierno de Maduro «está enfrentando un intento violento de derrocamiento, que ya hemos neutralizado».
-Apoyo del Cono Sur-
«Venezuela es uno de los países importantes de la Unasur.(…) Merece todo el apoyo de los países de América del Sur, y seguro la va a obtener con la cumbre de (cancilleres de) Unasur», dijo a periodistas el canciller argentino, Héctor Timermann.
«Que quede claro lo que está pasando en Venezuela: se trata de desestabilizar un Gobierno legítimamente electo y eso no lo podemos permitir», afirmó de su lado el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
Por su parte, para Perú «es importante respetar la no injerencia» en la política interna de un país como Venezuela, de acuerdo a lo señalado por el presidente Ollanta Humala.
Bachelet, en tanto, ofreció hace días su apoyo para encontrar una salida a la crisis que vive Venezuela, mientras que Colombia, cuyo presidente fue acusado por Maduro de entrometerse en los asuntos internos de su país, todavía no se ha pronunciado sobre su posición en la reunión.
Venezuela quiso desplazar la discusión más hacia el sur del continente y buscar apoyo en Unasur, porque países como éste «se sienten más cómodos en mantener una discusión (…) en un foro en que esté ausente Estados Unidos y Canadá», explicó a la AFP el exdiplomático y académico del Instituto de Relaciones Internacionales, Mario Artaza.
Formada en 2008, e impulsada por Brasil para fomentar la integración regional, Unasur intervino el año de su creación en Bolivia para instar al diálogo entre el gobierno de Evo Morales y la oposición por la crisis entre autonomías que estuvo a punto de fracturar a ese país.
En 2010 se pronunció en otra reunión convocada de emergencia a favor del gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, afectado en aquel entonces por una revuelta policial que desembocó en una crisis política. Tras esa ocasión se creó una cláusula democrática para los países integrantes del organismo, que en 2012 se aplicó contra Paraguay tras la destitución del presidente Fernando Lugo.
En la región también existe en paralelo la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que incluye también a Centroamérica y el Caribe, y que hasta ahora no se ha pronunciado sobre la situación en Venezuela.