Varias compañías aéreas ya han «reducido su capacidad y frecuencias» a Venezuela, pero la decisión final de seguir o dejar de operar en este país corresponde a cada aerolínea, aclaró hoy el director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Tony Tyler.
«La decisión de seguir operando la toma cada compañía individualmente, pero puedo decir que en general es difícil seguir haciéndolo (en Venezuela)», reconoció en una rueda de prensa.
La situación mejoría si el Gobierno autorizara la repatriación de unos 3.700 millones de dólares de ingresos que las compañías aéreas no pueden sacar del país debido al control del tipo de cambio.
«Las políticas del gobierno venezolano continúan ignorando las obligaciones internacionales y bloquean la repatriación de los fondos de la industria», dijo el directivo de la asociación.
Consideró que esta situación «representa un fracaso inaceptable del Gobierno de Venezuela en el cumplimiento de sus compromisos» y pone en riesgo la conexión del país con el resto del mundo.
«Las aerolíneas tienen dificultades cada vez mayores para operar en tanto no puedan repatriar su dinero», enfatizó Tyler.
Relató que durante «muchos meses» representantes de la IATA y de Venezuela han negociado para tratar de encontrar un arreglo y que una de las razones de que esto se prolongue es que las autoridades que participaban en este proceso han ido cambiando.
«Tenemos que mantener un registro para saber en cada momento con quién hablamos», explicó.
Incluso comentó que se había dirigido directamente al presidente venezolano, Nicolás Maduro, para pedirle su «intervención personal» en la búsqueda de una solución a este problema, pero nunca recibió una repuesta.
«Nuestra preocupación es que Venezuela se mantenga conectada con el resto del mundo. Cada país necesita una fuerte conexión para seguir haciendo negocios y estar dentro de la economía global», agregó. EFE