“Ya no sólo es la ausencia de la comida y las esporádicas desaparecidas de los productos de primera necesidad, ahora los anaqueles en todo establecimiento están vacíos por semanas y empiezan a ausentarse productos que antes se encontraban fácilmente”, manifestó Jorge Luis González coordinador de Primero Justicia en Maracaibo.
Informó que según el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda) la canasta alimentaria para febrero de 2014 cuesta 8 mil 940 bolívares lo que equivale a un aumento del 350 por ciento en los últimos tres años, mientras que el salario mínimo se mantiene en 3 mil 270. Destacó que todo esto desmejora la capacidad adquisitiva del venezolano y acrecienta la crisis económica que se vive en Venezuela.
“Hay desabastecimiento: es culpa de la oposición y su guerra económica, hay escasez y es culpa de las empresas de oposición que no producen, hay corrupción y también es culpa de la oposición aun si manejar fondos públicos. Todo es culpa de la oposición. El Gobierno es tan irresponsable que en vez de hacer su trabajo para solucionar la gran diferencia que hay entre el valor de la canasta alimentaria y el del sueldo mínimo, culpa a agentes externos de lo que no puede resolver. Si aumentan los precios, hay protestas o disturbios todo es culpa de la oposición y el colmo es que si hay violación de los derechos humanos en las protestas, también es su culpa. A modo de ver del Gobierno la oposición es la culpable de las causas y consecuencias, pero nunca, de nada es responsable él”.
Señaló que no querer resolver los errores que ha cometido es la principal falla del Gobierno.
“Las políticas y decisiones que ha tomando el Gobierno en los últimos años han sido equivocadas. Lamentablemente nunca se sentaron con los empresarios, campesinos, productores para que hubiera una concertación y se incrementara la producción nacional. Lejos de incrementarse esa producción, aquí acabaron con el aparato productivo y se dedicaron a una política de importación cuando tenían dólares y ahora que se acabaron entonces es culpa de una guerra económica que sólo funciona en su país de fantasías y en su irresponsabilidad”.