Omar Ávila, Secretario General Nacional de Unidad Visión Venezuela, exhortó al gobierno nacional a detener la represión ante las protestas que se continúan presentando en el país, en vista de que la consecuencia de las mismas sigue siendo el incremento de fallecidos, así como de detenidos y heridos.
“En un territorio donde se registran manifestaciones de diversa índole de forma consecutiva, la primera reacción de quienes están a cargo del poder debe ser escuchar las causas de ese descontento antes de arremeter violentamente contra quienes disienten, y lamentamos que al no haber sido este el comportamiento, la cifra oficial de fallecidos como consecuencia de esta violencia ascienda a 28, según lo reconoció la Fiscal General de la República”, explicó Ávila, para quien es primordial convertir el discurso de la paz en hechos concretos que verdaderamente comuniquen al país que hay disposición para resolver los problemas de los ciudadanos.
El líder de Unidad Visión Venezuela aseguró que en el país existen innumerables razones para protestar, desde la inseguridad ciudadana, hasta la inflación, escasez, desabastecimiento, deterioro de los servicios, por lo que insiste en la necesidad de reconocer las deficiencias de políticas públicas como origen del descontento social y así sincerar la búsqueda de respuestas a la gente.
“Primero hubo escasez y colas para comprar los alimentos de la canasta básica, y después vinieron las lacrimógenas, así como antes hubo muertes violentas, falta de insumos médicos en los hospitales y luego la represión”, señaló con la intención de dejar claro el verdadero origen de las protestas.
Al tiempo que condenó el «acoso» que sufrieron el pasado miércoles los estudiantes universitarios, cuando se les impidió llegar hasta la Defensoría del Pueblo. “¿Cómo se justifica que en el campus de la Universidad Central de Venezuela se encontraran más de 840 bombas lacrimógenas si no se ha encontrado evidencia alguna de que los manifestantes estuvieran armados?”, planteó, a la vez de condenar la violación de la autonomía universitaria por parte de los cuerpos de seguridad.