La Universidad no es una institución adocenada y mucho menos gobiernera, eso va en contra de su mapa genético. Los principios que defiende le ubican alrededor de prácticas libertarias y anti Poder, siendo los estudiantes sus principales exponentes.
Ángel Rafael Lombardi Boscán
“Calma y Cordura” llegó a recomendar el General Eleazar López Contreras (1883-1973) en un momento turbulento de nuestra Historia. Y hoy, ante una situación parecida de confusión e incertidumbres extremas, donde hay una Rebelión Ciudadana en curso y una represión de Estado inaceptable y dolorosa, los universitarios nos sentimos prisioneros de la inquietud.
Queremos tener una Universidad abierta, queremos que nuestros estudiantes culminen sus semestres y queremos en ésta crisis convertirnos en un interlocutor legítimo para contribuir a la solución de la misma, siempre y cuando se nos tome en cuenta.
La Universidad es un espacio natural para la práctica de la Democracia viva sin cortapisas de ningún tipo, salvo las que impone una convivencia basada en la tolerancia y el respeto a la diversidad. En la Universidad la controversia se dirime sin necesidad de la descalificación ni el desprecio por el adversario. Aspiramos ser una comunidad de trabajo donde el anhelado dialogo que el país requiere sea posible e inspire a otros a seguirlo.
Más allá de las presiones y de lo que conviene y no conviene, lo cual es sumamente subjetivo y está vinculado a nuestras opciones políticas e ideológicas, las actuaciones que los universitarios debemos asumir tienen que ser estrictamente institucionales bajo el resguardo de las leyes, normas y reglamentos, y yo agregaría, el sentido común.
La Universidad no es enemiga del Gobierno pero tampoco puede ser indiferente a la represión que actualmente está llevando a cabo en contra de nuestros estudiantes que han optado, en el marco de la ley y haciendo uso del civismo, protestar en defensa de temas puntuales como la despartidización de las instituciones del Estado, la liberación de los presos políticos, el fin de la censura comunicacional, que se corrija el desbarajuste económico y la inseguridad ciudadana, entre otros temas. En suma, nuestros estudiantes, protestan porque quieren resguardar la Democracia de un Gobierno que atenta contra la misma. Y en ese sentido, les acompañamos de una forma irrevocablemente solidaria.
La Universidad no es una institución adocenada y mucho menos gobiernera, eso va en contra de su mapa genético. Los principios que defiende le ubican alrededor de prácticas libertarias y anti Poder, siendo los estudiantes sus principales exponentes. «Estudiar y Luchar», es una consigna estudiantil que no tiene desperdicio y que a nosotros nos gusta porque nos invita a la esperanza.
La Universidad venezolana, y la zuliana en particular, apuesta por un entendimiento nacional sincero bajo el reconocimiento mutuo que permita despejar los nubarrones de una violencia absurda bajo el signo del sectarismo y la prepotencia.
La Universidad se mantiene abierta porque sus espacios son el lugar idóneo para repensar el país a través del estudio y la protesta cívica.