Precedida por unas pancartas grandes con los mensajes «Fuera Cuba de las Fuerzas Armadas» y «Fuera los espías cubanos», la multitud, en su mayoría vestida de blanco y haciendo sonar ruidosas cornetas, marchaba hacia la embajada cubana en el este de Caracas, en una convocatoria del partido Voluntad Popular, ala radical de la oposición y cuyo líder, Leopoldo López, se encuentra detenido desde el 12 de febrero.
Impulsada por el fallecido Hugo Chávez en su gestión entre 1999 y 2013 y continuada por Maduro, el gobierno venezolano mantiene una amplia alianza con Cuba a través de convenios de cooperación en áreas como la energética, alimentación, defensa, educación, salud, entre otros.
El dibujo de un amenazante Fidel Castro junto a la frase «¡Fuera el invasor!» se veía en la pancarta de Manuel Rangel, de 24 años. «Rechazamos completamente la injerencia de Cuba en nuestros asuntos, de los hermanos Castro dentro de la Fuerza Armada y en nuestras instituciones», dijo a la AFP este estudiante de la Universidad Central (UCV).
Mezclada entre la multitud que también portaba varias banderas de Venezuela de gran tamaño, María Godoy, un ama de casa de 50 años, consideró que la «presencia de militares cubanos en Venezuela tiene que ver con la represión en las manifestaciones», haciéndose eco de denuncias de sectores de la oposición.
Pero Godoy recuerda que la gente vuelve a manifestarse en la calle por la crisis económica en el país: «Tenemos más de un mes en lucha y ¿cuáles son las mejoras que nos ha ofrecido el gobierno? Nada, cada día todo está peor, no se consigue nada en los supermercados».
Desde el 4 de febrero, Venezuela vive una ola de protestas, que iniciaron estudiantes de San Cristóbal (oeste), pero se ampliaron a otras ciudades como Caracas, Valencia y Mérida, sumando reclamos por la inflación anual de 57,3%, la escasez de productos básicos, la liberación de detenidos en las protestas y la represión de cuerpos de seguridad.
Además de 28 fallecidos, las manifestaciones han dejado más de 400 heridos y 41 denuncias de violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas del orden.