Adrián González descargó batazos de línea hacia todas las zonas del parque de pelota, a menudo obligando a sus compañeros a desperdigarse por los jardines. Apenas habían pasado unas horas desde su llegada a Australia y para el cuerpo del jonronero era cerca de la medianoche.
Sin embargo, el primera base mexicano que encabezó a los Dodgers en hits, jonrones, carreras empujadas y partidos jugados el año pasado hizo una buena labor al tratar de que el Campo de Cricket Sídney, sede de los dos partidos con los que se inaugura la temporada de grandes ligas este fin de semana, sonara como un verdadero parque de pelota.
Los Dodgers y su rival del fin de semana, los Diamondbacks de Arizona, llegaron en vuelos separados procedentes de la costa oeste de Estados Unidos el martes por la mañana. Fue un recorrido de 15 horas en el que atravesaron la zona de husos horarios y llegaron a una región que tiene 18 horas de diferencia de aquella de la que salieron.
Así que su turno en la jaula de bateo inició varias horas después de su horario de sueño normal pero lució impresionante.
«Estamos muy emocionados de estar aquí», dijo González antes del entrenamiento de los Dodgers. «Vamos a pegar algunos hits, veremos cómo corre la pelota pero este parece un parque de verdad».
Vin Scully, el narrador de los partidos de los Dodgers, de 86 años, dijo al bajar del avión «es grandioso estar aquí». Los managers de los Dodgers, Don Mattingly, y Kirk Gibson, de los Diamondbacks, también dieron su aprobación al parque.
«Sin duda, todos dicen que tener la oportunidad de empezar la campaña en Sídney y salir del campo de entrenamiento un poco antes es excelente», dijo Mattingly. «Empecemos de una vez».
Gibson dijo que tiene buenos recuerdos de Australia porque pasó aquí su luna de miel en 1985 «y esa parte resultó bastante bien, así que espero que ésta también».
Dennis Passa / AP