Bolivia está dispuesta a reponer su embajador en Estados Unidos tras seis años de enfriamiento en las relaciones bilaterales, «si hay respeto entre ambos países», dijo el presidente Evo Morales este jueves en una audiencia con cinco congresistas estadounidenses.
«El gobierno nacional no tiene ningún problema si hay respeto entre ambos países, de establecer los embajadores», manifestó Morales en una declaración de prensa posterior a la cita en la casona presidencial.
El jefe de la misión de congresistas demócratas, el senador Tom Harkin, dijo a través de un intérprete que Bolivia «está haciendo grandes progresos y hemos venido para conversar acerca de cómo podemos ser socios del progreso de este gran país».
Harkin, presidente del comité de Educación, Salud, Trabajo y Pensiones del Senado estadounidense, informó que «hay un compromiso de ambas partes para restablecer una muy buena relación».
«Se dice con frecuencia que no se puede hacer nada para cambiar el pasado, sin embargo sí se puede trabajar para lograr un mejor futuro, un futuro de respeto, un futuro de mutuo apoyo que sea conveniente para ambos países», convino Harkin.
Harkin aseveró que «hay el compromiso de ambas partes de mejorar» las relaciones.
Los desencuentros entre La Paz y Washington datan desde que Morales asumió la presidencia en 2006 con un marcado discurso antiimperialista, eco de la posición política del difunto presidente venezolano Hugo Chávez.
El pico más alto de las escabrosas relaciones La Paz-Washington ocurrió en 2008 cuando Bolivia expulsó al embajador norteamericano acusándolo de apoyar una conspiración interna contra Morales.
Washington obró en la misma medida por reciprocidad e inscribió a Bolivia en la lista de países descertificados en la lucha antidroga y le cerró las puertas a su comercio. En 2008 también fue expulsada de Bolivia la agencia antidrogas norteamericana DEA y el año pasado la oficina de cooperación USAID.
En la cita con Harkin, que llegó acompañado de Bernard Sanders, senador independiente de Vermont y los senadores demócratas María Cantwell de Washington y George Miller de California, además del congresista demócrata Rush Holt de Nueva Jersey, Morales abordó también la crisis venezolana.
«Aproveché para pedir al gobierno de Estados Unidos que respete al hermano (Nicolás) Maduro, presidente de Venezuela; que respete la democracia y las diversas posiciones (políticas) que hay en América Latina», reveló.